Monday, April 16, 2007

 

Mis abuelos maternos Juan Bautista y Elisa Margarita

Mi abuelo

Juan Bautista Lagos Tobar (1875-1949)

Recuerdo a mi abuelo Juan Bautista, un señor muy serio, lejano, de muy pocas palabras, muy estricto, bajo de estatura, moreno, canoso y de bigotes, como se usaba en esa época, sentado en la galería leyendo el Diario Ilustrado y escuchando una radio que sonaba con mucho ruido y de pronto se le iba la onda. Quizás su aspecto serio y estricto se debía a su rol de profesor y director de la Escuela Pública de Ciruelos que aun conservaba. En una oportunidad nos hizo repaso de lectura y cuando no sabíamos, me parece, nos pegaba con una regla, lo más seguro que esto fue mi imaginación que se exacerbaba por el miedo y respeto que nos inspiraba. Ni pensar en hablar en la mesa, todo era muy ceremonioso, por eso mismo de pronto nos venían ataques de risa que ante su mirada teníamos que reprimir.
Sin embargo, con mi hermana chica, Mónica, fue más cercano, más tierno, como al final de sus días estaba enfermo, tenía una dieta muy estricta, le recitaba este versito: poco pan, poca comida y hartas manzanas cocidas, mientras le convidaba de su plato.
Mi abuelo como servidor público fue Director de la Escuela Pública de Ciruelos y regidor en la Municipalidad de Pichilemu por el período de 1944 a 1947, además, era un intelectual y artista, le gustaba mucho la música y tocaba algunos instrumentos como el armonio, tenía en su casa una flauta que de vez en cuando tocaba. Cuenta la leyenda que cuando se casó en la Iglesia San Andrés de Cáhuil en Ciruelos, abandonó por un momento el altar para dirigirse al armonio e interpretar y cantar con una hermosa voz, quizás, el Ave María de Schubert. Además, antes de establecerse en Ciruelos, trabajó con un pariente en una joyería y le hizo un par de aritos con un corazón a su novia. Esto nos prueba que también era un romántico.
Ahora lo veo como un perfecto representante del padre de familia de fines del siglo XIX y principios del XX.

Flauta de mi abuelo.


Mi abuela


Elisa Margarita Arraño Ortiz (1878-1967)

Mi abuela Elisa Margarita era muy activa, tenía mucha energía. Estaba en todo: dirigiendo, dando órdenes, manejando la casa. Subía y bajaba la escala, rezaba, iba a la cocina, iba al granero, alimentaba a las aves, supervisaba el lavado semanal de la Verónica (también nuestra lavandera en el verano), el planchado con plancha a carbón, el amasijo del pan cada dos días, el encendido del horno de barro al amanecer del otro día.
En su casa tenía un huerto con todo tipo de hortalizas para su consumo, además, le llevaban del fundo la leche, leña y lo que cultivaban allí. De repente iban vecinas a comprarle un almud (antigua medida de peso) de trigo o un repollo o huevos que juntaba en una caja de zapatos con la fecha escrita en cada uno de ellos.
Los domingos iba a misa en la parroquia que quedaba muy cerca de la casa donde tenía su propio reclinatorio y silla, esta era una costumbre muy común en ese tiempo. Siempre la vi con zapatos con tacos, vestida con ropa gris, era delgada, su pelo fino jamás fue completamente blanco, lo peinaba con permanente y lo sujetaba con pinches, le tocó vivir en dos siglos, fines del XIX y hasta 1967, adaptándose perfectamente a los cambios del siglo XX.

MIS RECUERDOS DE CIRUELOS Y PICHILEMU

Tengo muy vagos recuerdos de Ciruelos, sólo veo una carreta o carretón junto a la casa y un guindo, éramos muy chicas cuando íbamos, creo que en el verano, porque según cuenta el tío Jorge, el terremoto de Chillán en Febrero de 1939 nos pilló allí y él ayudó a sacarnos de la casa cuando ocurrió. Mi duda es, estaría la Nana entonces, porque ella nació en Febrero de ese año.
Por las fotos que tomó la mamá de la casa, que están en mi poder, entre 1927 y 1929, claramente se ve un corredor con vigas a la vista, ventanas con barrotes y maceteros con hortensias, plantas y otras flores.
También hay una pieza, que con toda seguridad es el living o sala de estar donde hay sillones de mimbre, muchos cuadros o fotografías en los muros y uno o dos bebés. Asumo que somos o la Nana o las mellizas
No tengo muy claro cuando la familia dejó Ciruelos y se fue a vivir al chalet que se construyeron en Pichilemu, sólo podría afirmar, según lo contado por el tío Lucho, que fue mi madre con sus hijos pequeños los primeros que “veranearon” en esa casa, estando aún en construcción, en ese entonces hubo un éxodo masivo de familias que emigraron al balneario de moda. Las casas de Ciruelos fueron demolidas para aprovechar los materiales y reconstruir cerca de la playa, lo mismo ocurrió con la casa familiar que había sido vendida, sólo se conserva el “chalet” que consta de tres dormitorios que ocupaban los tíos Humberto, Lucho y Joaquín y la cochera granero que construyó el abuelo para guardar la cosecha de trigo.

En Ciruelos sólo quedó esta construcción (cochera-granero y "chalet"), la casa con corredores desapareció,

Casa de nuestros abuelos, el chalet, fue conocida como "la casa de los Lagos". La galería en el segundo piso donde el abuelo leía el Diario Ilustrado y escuchaba radio. Su actual dueño José Arraño Acevedo.

El segundo piso de la casa vista desde atrás, se ve también la casa del tío Lucho con el cierro de ladrillos y madera que reemplazó al cerco de pinos.

La casa en 2001, modificada.

De Pichilemu, los más hermosos recuerdos, inolvidables vacaciones de dos meses hasta los 18 años. La casa de los abuelos de dos pisos, muchas piezas, galerías y patios que recorrimos en nuestra infancia y juventud, se conserva hasta hoy en poder de un pariente, José Arraño Acevedo, escritor y crítico literario. ¡Qué lástima que la familia no se quedara con ella!

HISTORIA DE LA FAMILIA LAGOS
María Elisa Vidal Lagos
Genealogía Familia Lagos Arraño (2002)

En PUMANQUE, ubicado en la actual Sexta Región, encuentro la primera referencia de mi familia LAGOS. Aproximadamente en 1830, se celebró el matrimonio de mi tatarabuelo Don Pascual Lagos, nacido en 1805 y fallecido en 1859 a los 54 años de edad, con mi tatarabuela Doña María del Tránsito Herrera. Tuvieron a Pedro, José Agustín, Cipriano, José Luis, y mi bisabuelo Juan Francisco Lagos, natural de Malloa, quien se casó el 18 de febrero de 1860 en primeras nupcias con Doña Dolores Basaure, hija legítima de Don José Basaure y Doña Josefa Herrera, con quien tuvo un hijo, Juan de Dios bautizado el 11 de noviembre de 1860 y fallecido el 14 de enero de 1861 a los once meses de edad. Quedó viudo el 11de octubre 1861 al fallecer su esposa a los 22 años de edad.
Don Juan Francisco Lagos contrajo segundo matrimonio con mi bisabuela Doña Juana Norberta Tobar, hija legítima de Don Ilario Tobar y Doña Magdalena Pérez el 10 de enero de 1863. De esta unión nacieron: Vicenta, bautizada el 26 de junio de 1865, Liberata de las Mercedes, bautizada el 23 de enero de 1864 y fallecida el 27de agosto de1865, Luis Antonio, bautizado el 15 de agosto de 1867, José del Carmen, bautizado el 14de enero de 1870, Liberata de los Dolores, bautizada el 06 de noviembre de1870, y mi abuelo Juan Bautista Lagos Tobar, bautizado el 17de junio de 1875.
Hasta aquí tengo referencias de la familia Lagos en Pumanque. A fines del siglo XIX llegaron a Ciruelos.
Liberata de los Dolores ingresó a la Congregación de las monjas salesianas, ejerciendo como docente en el Colegio María Auxiliadora de Santiago hasta que pidiendo las dispensas al Vaticano, se retiró para cuidar a su madre enferma y luego a su hermano sacerdote.
José del Carmen Lagos, recibido de sacerdote, ejerció como párroco en la parroquia de San Andrés de Cáhuil en Ciruelos, desde el 04 de junio de 1898 hasta 19 de febrero de 1901, después se fue a Buin y hasta el fin de sus días en Rosario lo Solís (Litueche). Llegó a este pueblo a los 28 años, acompañado de su madre. Establecidos acá, Doña Norberta recibió la visita de sus hijos que probablemente residían en Santiago.
Luis Antonio conoció en este lugar a María Jesús Pavez Pavez, hija legítima de Don Nepomuceno Pavez y Doña Bárbara Pavez, con quien se casó en la parroquia de Ciruelos y tuvo a José del Carmen, Luis Antonio, María Clementina, Manuel Francisco y Liberata de los Dolores.
Juan Bautista, en uno de sus viajes conoció y se prendó de Elisa Margarita, una joven muy trabajadora que era la mano derecha de mi bisabuelo Don José Santos, en la dirección y control de los trabajos del campo. Como era profesor primario, se quedó ejerciendo su ministerio como Director en la Escuela Pública de este lugar y el 08 de octubre de 1906, contrajo matrimonio con mi abuela Elisa Margarita. De esta unión nacieron:
Juan Bautista, ordenado sacerdote a los 22 años, previas dispensas del Santo Padre por su corta edad. Celebró su primera misa en Ciruelos acompañado por su tío José del Carmen, ejerció como párroco en Placilla y Chimbarongo durante 60 años. También fue docente en el Liceo de Hombres de San Fernando.
Elisa Hortencia, mi madre, estudió interna en el colegio de María Auxiliadora de Santiago, en la Escuela Normal Abelardo Núñez, luego de recibirse, ejerciendo como profesora primaria en Peralillo, San Fernando y Santiago. Contrajo matrimonio con Luis César Vidal Arratia, el 16 de mayo de 1936 en la Iglesia Parroquial de Placilla. Bendijo su unión su hermano Juan Bautista, párroco en ese entonces. Hijos: María Elisa, Sara Regina, Silvia Adriana, Luis Eduardo, Mónica Lucía y Jorge Eugenio nacido el 07 de septiembre de 1946 y fallecido dos días después.
Luis Humberto, profesor de Historia y Geografía, ejerció en Ancud donde llegó a ser rector del Liceo de Hombres. Ahí conoció a su esposa Ana Morelli Rebolledo con quien no tuvo descendencia.
Eduardo, después de estudiar en el Seminario Pontificio de Santiago de Chile ingresó en la Abadía de Quarr, Inglaterra, de la Congregación de Solesmes, donde profesó el 11 de febrero de 1932; ordenado sacerdote en la Abadía de San Pedro de Solesmes, Francia, el 23 de agosto de 1936, se integró a la fundación de Las Condes en 1943, donde fue sucesivamente Ecónomo, Maestro de Novicios y Subprior; elegido Prior el 3 de marzo de 1970 y su primer Abad, el 28 de noviembre de 1979, siendo bendecido por S. E. el Cardenal Eduardo Pironio, Prefecto de la Congregación de Religiosos, el 22 de noviembre de 1980; dimitió el 14 de abril de 1982. Fue Abad Presidente de la Pre-Congregación Benedictina de la Santa Cruz del Cono Sur de 1970 a 1976 y su primer Abad Presidente de 1976 a 1977.
Luis Antonio, finalizada su enseñanza media en el Liceo Neandro Schilling de San Fernando, siguió Química Industrial, carrera que no terminó por motivos de salud, regresando a Pichilemu para acompañar a sus padres, donde se dedicó a la agricultura y a la explotación de las salinas en Cáhuil. Se casó con Jovita Moraga Lizana con quien tuvo a Luis Hernán y Carolina.
Joaquín, estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, trabajó en la Dirección de Riego en el Ministerio de Obras Públicas. Contrajo matrimonio con Regina Patricia Guichard Guzmán con quien tuvo a Myriam, Joaquín, Gloria Regina, María Patricia, Patricio, Juan Pablo, Juanita, Felipe Andrés y Cristián Rodrigo.
Gustavo, casó en Santiago con Elena Leiva López, un hijo, Gustavo Andrés.
Jorge, hizo sus estudios secundarios en el colegio salesiano, Patrocinio de San José en Santiago, estudió arquitectura en la Universidad de Chile y trabajó en el Ministerio de la Vivienda. Se casó con Susana Guzmán Peña con quien tuvo a Bernardita, Jorge, Sergio, Cristián, Rodrigo y Macarena.


HISTORIA DE LA FAMILIA ARRAÑO

Siempre supe que los ARRAÑO eran originarios de CIRUELOS, pueblo costero de la actual Provincia de Pichilemu en la Sexta Región, como lo comprobé muchas veces al encontrarme con alguien que tuviera este apellido. Mi pregunta o afirmación habitual era:
- Tu familia es de Ciruelos. ¿Verdad ... ? La respuesta era siempre la misma... ¡Sí!...” Como no tenía antecedentes, nunca pude establecer si eran o no parientes.
Por lo que he sabido los primeros Arraño llegaron directamente a las costas pichileminas, lo más probable que esto sea un mito, ya que el Capitán Dionisio de Arraño y Galarza, natural de Durango, en Vizcaya, fundador de esta familia en Chile en los últimos años del siglo XVII, contrajo matrimonio en Santiago con Doña Mariana Chacón y Sánchez de Morales, pertenecientes a una familia colonial de gran categoría.
Según el historiador Luis Amesti Casal en su obra Las Casas Troncales de Colchagua, habría sido Nicolás de Arraño y su esposa doña Gregoria Pavez, vecinos del Carrizal en 1771, los que dejaron descendencia en esta doctrina, Juan de Arraño y Pavez casado con Rita de Cáceres y Josefa de Arraño y Pavez, mujer de Jacinto González.
En mi investigación en los libros parroquiales, pude deducir que Nicolás tuvo un segundo matrimonio con Paula Castillo con quien tuvo dos hijos: Santos y Lorenzo. Santos Arraño Castillo casado con Paula Pavez tuvo a María del Carmen, José Antonio y Juan Francisco. Como no pude establecer la filiación de mi tatarabuelo José Luis Arraño por destrucción de los archivos parroquiales en un gran período y de acuerdo a lo afirmado por el pariente José Arraño Acevedo, sería descendiente de Lorenzo Arraño y de Margarita Suárez.
Lo que puedo asegurar es que tengo información de la existencia de nuestra familia desde 1848, fecha en que se celebró el matrimonio de mi tatarabuelo materno Don José Luis Arraño con Doña Feliciana Cordero, quienes tuvieron varios hijos: Honorio, Juan Francisco, Margarita, José Rufino y mi bisabuelo José Santos Arraño Cordero, natural y residente de Ciruelos y casado en la Parroquia San Andrés de Cáhuil el 10 de octubre de 1871 con mi bisabuela Doña Rufina del Carmen Ortiz Catalán, hija legítima de Don Pedro Ortiz y Doña Gregoria Catalán quienes tuvieron, además, a María Fermina y Rosa.
Don José Santos y Doña Rufina del Carmen fueron los padres de mi abuela Elisa Margarita, además de José Luis, Desiderio, Perpetua, Lorenzo, Belisario y Margarita.
En el Siglo XIX y principios del XX el pueblo de Ciruelos tuvo un gran desarrollo e importancia en esta región, había muchas casas, comercio y gran actividad agrícola y ganadería ovina, como asimismo se explotaban las salinas de Cáhuil y se comercializaba la sal, por lo que es fácil suponer, cuál fue la actividad de mis antepasados.
---

Labels: , , , , ,


Comments:
Que gratificante conocer un poco más de la vida de mis ancestros
Gracias por la publicación !
 
Que maravilloso lo que comentas, y he logrado descubrir que el capitán don DIONISIO DE ARRAÑO I GALARZA también está en el árbol genealógico de mi familia.
Saludos Carmen Gloria Díaz
 
Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?