Friday, September 26, 2008

 

Cien Años del Nacimiento de mi Madre





CIRUELOS





FAMILIA LAGOS ARRAÑO

En Ciruelos, pequeño pueblo al interior de Pichilemu, hace cien años... en un día como hoy, 26 de septiembre de 1908, había gran ajetreo en el hogar de Juan Bautista con Elisa Margarita, matronas de ropaje largo y negro, cubiertas con grandes mantillas, entraban presurosas a la pieza de doña Elisa, para asistir el parto que se iba a producir dentro de poco. Luego de un arduo trabajo, nació una niña, Elisa Hortencia, segunda hija del matrimonio quien después de Juan, el hijo mayor, iba a ser la única mujer de la familia ya que posteriormente sólo llegaron varones: Humberto, Eduardo, Luis, Joaquín, Gustavo y Jorge.
Con su hermano Juan fueron muy compinches, contaba que en una oportunidad siendo muy chicos, al acercarse a una vela se chamuscó un poco el pelo y su hermano preocupado le preguntó: -¿Te quemaste las mechas Lichita?
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Creció la niña entre puros hombres, no creo que haya compartido mucho sus juegos, ni participado de las diabluras de sus hermanos, quizás se apegó más a su madre y aprendió junto a ella las labores de la casa, aunque por confesión propia detestaba "surcir calcetines", una de las tareas que le encomendaban en período de vacaciones pues teniendo tantos hermanos era una tarea de nunca acabar.
Recordaba las fiestas de la trilla que el abuelo José Santos hacía todos los veranos, donde la comida típica era el "charquicán de trilla" y había bailes y canciones tradicionales chilenas en un ambiente de mucha alegría.




Juan Bautista, era el director de la Escuela de Hombres de Ciruelos, había conocido a su mujer cuando visitaba a su madre viuda doña Norberta Tobar Pérez que en ese entonces acompañaba a su hijo sacerdote, José del Carmen Lagos, que fue párroco a fines del siglo XIX y comienzos del XX, exactamente el 4 junio de 1898 como sucesor de José Luis Allende hasta el 19 de febrero de 1901 quedando José Manuel Gundián en su lugar. (Libro de Matrimonios Parroquia de San Andrés de Cáhuil, páginas 601 y 605).


JOSÉ DEL CARMEN LAGOS TOBAR

Luego de aprender las primeras letras en la Escuela de Niñas de su pueblo, fue enviada a Santiago para que estudiara interna en el Colegio María Auxiliadora de Avda. Matta, es muy probable que su tía Liberata, hermana de su padre, monja salesiana dedicada muchos años a la docencia en los colegios de su Congregación, haya influido para que ingresara acá y no en San Fernando que quedaba más cerca de su casa, ya que debe haber sido muy duro estar sola tan lejos y con salidas sólo en vacaciones, dedicada completamente a sus estudios en un ambiente de mucha disciplina. Recordaba con mucho cariño a sus compañeras y profesoras italianas la mayoría que nombraba por su apellido, obviamente el italiano fue uno de los idiomas que junto con el francés le tocó estudiar.


Quizás al igual que su hermano Joaquín que en sus tiempos de estudiante, al estar solo en Santiago, visitaba la casa ubicada en Independencia de un primo de su padre, Serafín Lagos González donde siempre fue muy bien acogido por su esposa Rosa Amelia Órdenes González, lo cierto es que fue muy amiga de Rosita, una de las hijas de este matrimonio, que en los veranos iba a Ciruelos.
Luego de terminar sus estudios en el Colegio María Auxiliadora, no pudo cumplir su deseo de estudiar francés en la universidad porque su padre, imponiendo su voluntad, tal vez por razones económicas, la convenció que entrara a la Escuela Normal de Preceptoras No. 1 Abelardo Nuñez en Marzo de 1925, recibiendo su título de Profesora de Educación Primaria el 24 de Diciembre de 1927.




Luego de recibirse, ejerció como profesora primaria en la Escuela de Niñas N. 60 de Peralillo, en la Escuela de Niñas No. 2 de San Fernando y finalmente hasta su retiro, en la Escuela de Niñas No. 145 de Santiago.

PERALILLO.



Con sus alumnas de la Escuela de Niñas N. 60, al lado izq. al centro, Pilar Pérez Ahumada.

Llegó a Peralillo recién egresada de la Escuela Normal para trabajar en la Escuela de Niñas; en un comienzo vivió en casa de Don Daniel Parga Bravo, Oficial Civil, casado con su prima doña Catalina Bravo. Contaba que Don Daniel era muy bromista y pese a tener una "pata de palo", para asustarla, la perseguía por alrededor de la mesa y haciendo que corriera despavorida a refugiarse detrás de la señora Cata.

Tengo una anécdota con la foto a continuación, muchísimos años después, en 1988 cuando falleció mi madre, encontré muchas "planchas" o negativos de fotos que ella había tomado con su máquina de cajón, las mandé a revelar, quedando con la gran incógnita de quienes eran esta pareja. Mirando, observando y comparando llegué a la conclusión que él era don Daniel con su "pata de palo". Tenía yo una compañera de trabajo, Irma Bravo, que siempre iba a Pichilemu y cada vez que pasaba por Peralillo, se acordaba de mí porque sabía que era mi pueblo natal. Un día me contó que allí había vivido una tía suya, casada con un primo y que él era el Oficial Civil, don Daniel Parga. Al día siguiente le mostré esta foto y sorprendida gritó: es mi tía Catita, es mi tía Catita, por supuesto le regalé una copia y quedé feliz, había descifrado un misterio.



En esa misma casa era pensionista Filomena Pavez, profesora normalista, que llegó a ser la directora de la Escuela de Niñas N. 60 y posteriormenta se casó con el director de la Escuela de Hombres, viudo de Sara Vidal Arratia, Juan de Dios Vial Rivadeneira. Quizás fue entonces cuando se cambió a la casa de las Torres, hijas de don Enrique, con quienes aparece tejiendo en la siguiente foto.










Muy moderna para su época, con su máquina de cajón, tomaba sus propias fotografías y al parecer, ella misma las revelaba con la ayuda de don Daniel Parga, algunas, no todas. Gracias a su afición, nos dejó muchísimos recuerdos de su tiempo de soltera, tanto en Santiago con sus compañeras de la Escuela Normal en 1927, como en Ciruelos con su familia, en Peralillo con sus alumnas, colegas y amigas y en Pichilemu, en la playa con sombrero, sombrilla y medias de seda. Más tarde, prestó su máquina y jamás volvió a su poder.




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Cómo se conocieron mi mamá con mi papá, no lo sé, pero transcurrieron varios años antes de casarse. Cuenta mi prima Sarita Vial que a veces ella los observaba desde la torre de la Iglesia, excelente mirador y veía cómo venía él de un lado y ella de otro y se juntaban en la Plaza, nunca sospecharon que había alguien espiándolos.

PARROQUIA SAN FRANCISCO JAVIER DE PERALILLO, construida por don Leopoldo Torres

Del Libro "Ciruelos, recuerdos de mi pueblo natal" de Joaquín Lagos Arraño
CAMBIO DE ARGOLLAS DE ELISA

En el verano de 1936, no recuerdo el mes, se efectuó en nuestra casa el cambio de argollas de Elisa, mi única hermana, oportunidad en que se presentó el novio, Luis Vidal Arratia acompañado de su madre viuda, la Sra. Epigmenia, hermana de Don Emeterio Arratia, quien fuera sacerdote de la iglesia de Ciruelos a fines del siglo XIX . Grande fue la sorpresa de mis hermanos menores al observar que su futuro cuñado era canoso por lo que opinaron: “mi hermana se va a casar con un viejo”.
La solemne ceremonia se efectuó en el salón de la casa, empapelado con un hermoso papel rojo, lugar en el que posteriormente alojaría el matrimonio Vidal Lagos y las mellizas, que constituyeron nuestras primeras sobrinas y eran las regalonas de tíos y abuelos.
Después de las palabras de rigor en estos casos, mi hermano Juan procedió a bendecir las argollas, ante la mirada expectante de toda la familia, ya que era el período de vacaciones en que todos nos reuníamos; y por otra parte, era la primera vez que un miembro de la familia contraería matrimonio. La emoción estaba presente en todos y más de una lagrimita brotó de los ojos de alguno de nosotros.
Terminada la ceremonia, recuerdo con admiración y sorpresa, que mi padre nos invitó a salir para que dejáramos solos a los novios y pudieran “pololear” tranquilamente. Este hecho es digno de ser destacado, puesto que en aquellos años, los “pololeos” eran debidamente controlados por alguien de la familia.
Pocos meses después, el 15 de Mayo, los novios contrajeron matrimonio en la parroquia de Placilla cuyo párroco en ese entonces era Juan . Asistieron a la ceremonia algunos parientes de Santiago, Ciruelos, Peralillo y Pichilemu. Y al día siguiente, los recién casados se dirigieron a San Felipe, para disfrutar de su luna de miel en el fundo “Lo Campo” de Don Olegario Contreras casado con una prima de Lucho, doña Rosario Lisboa Vidal.
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Mi papá recordaba cuando viajó con mi abuela Epigmenia a Ciruelos para pedir la mano de su novia, iban en un coche tirado por caballos y le impresionó la belleza del lugar. Posiblemente mis abuelas no se conocieron antes, a pesar de haber estado al mismo tiempo en ese lugar. Cuando el "tata" Emeterio, se hizo cargo de la Parroquia de Ciruelos, fue acompañado, al parecer en período de vacaciones, por sus hermanas Adelaida de 23 años y Epigmenia de 10, siendo seis años mayor que Elisa de 4, ambas eran muy pequeñas y el reencuentro ocurrió 52 años después.

Elisa contrajo matrimonio con Luis César Vidal Arratia, el 16 de mayo de 1936 en la Iglesia Parroquial de Placilla. Bendijo su unión su hermano Juan Bautista, párroco en ese entonces. Hijos: María Elisa, Sara Regina, Silvia Adriana, Luis Eduardo, Mónica Lucía nacidos en Peralillo y Jorge Eugenio, nacido en San Fernando el 07 de septiembre de 1949 y fallecido días después, sepultado 12-09-1949.

Este viejo y desteñido tapiz en arpillera, bordado a punto cruz, en largas noches de invierno, todavía está en mi casa y sirvió como marco para colgar fotos de sus hijos chicos; Lucho con el papá y la mamá en Peralillo, ella detrás de las flores en su casa en Ciruelos, Mónica en Pichilemu, Nana en el patio de la casa en Peralillo y Sara y Elisa en la plaza de Peralillo.



La casa en Avda. Errázuriz en la que vivieron los siguientes familiares:
(Esq.) VIAL PAVEZ, (al centro) VIDAL LAGOS, 1936-1947, (al lado) VIDAL ARRATIA y VIDAL GONZÁLEZ



Sara, Elisa, Mónica y Nana de regreso a la que fue nuestra casa (2001).

Las mellizas Sara y Elisa, las primas Rosa y Charo Lisboa y Nana en la Plaza de Peralillo



Sara, Elisa y Nana hicieron la Primera Comunión en la Iglesia de Peralillo, Lucho en el ISF y Mónica en el Colegio Inmaculada Concepción de San Fernando.






VERANEANDO EN PICHILEMU

Mónica, Elisa y Nana en la esquina de la antigua Escuela de Niñas, en un regreso a nuestras raíces.

Como contaba antes, aprendimos a leer y escribir en las escuelas primarias de Peralillo, Elisa, Sara y Nana, en la Nº 60, escuela donde trabajó mi mamá bajo la dirección de la Sra. Filomena Pavez y nuestra profesora Sra. María Fariña y Lucho en la Escuela de Hombres Nº 59, la más pequeña, Mónica, estudió en Escuela Nº 2 de San Fernando.
Certificado de Estudios de Nana firmado por M. Fariña y F.Pavez.


SAN FERNANDO

San Fernando 1947. Vista Aérea Avda. Manuel Rodríguez. Al centro izq. la Eacuela de Niñas Nº 2.

Antigua Escuela de Niñas Nº 2, ubicada en Avda. Manuel Rodríguez, antes y después del terremoto de 1985.

Escuela Nº 2 de Niñas San Fernando, con su curso III A.

1952, con su curso VI D.

Profesorado Escuela Nº 2 de Niñas de San Fernando. 1º fila 2º Nelly Vega, 7º Elisa Lagos Arraño.

En esta escuela trabajó mi mamá desde 1948 a 1956. Aquí Mónica aprendió a leer y escribir con su mamita Berta, luego pasó al Colegio de la Inmaculada Concepción en el que estuvo hasta nuestro traslado a Santiago. Siendo alumna de la Escuela participó en una elección de Reina de la Primavera Infantil.
EN SANTIAGO




EN ALGARROBO


En la casa de Santiago: Elisa, Mamá, Sebastián, Mónica y Nana


Mamá ya no está, el papá se quedó solo con sus hijas, aquí en el jardín con Mónica y Elisa.



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