Recorrido por mi pueblo y sus alrededores

"Yo quiero adelgazar, yo quiero ser igual que una sirena", cantaba Sussy Vecky en los '60, cuando era una de las exitosas estrellas de la Nueva Ola. La semana pasada, la intérprete de "La ballena" (66) -quien padece de esquizofrenia- reapareció en los medios luego de que fuera encontrada viviendo en una calle de San Bernardo.

Su hija, Carola Acevedo Lucavechi, declara que esa información no es completamente real: "Es mentira que mi madre estaba en situación de calle. Mis padres arrendaban una habitación. De la primera pieza donde estaban viviendo se fueron porque mi madre se puso violenta y le pegó un sillazo al dueño de casa. Encontraron un lugar cercano, pero tuvo una discusión con una señora embarazada. Mi madre, en su locura, dijo: «No quiero volver ahí porque, si pierde su bebé, será mi culpa». Y se fue a la calle. Pero ella tiene un lugar donde llegar. Mi papá cuida autos y, si mamá está en la calle, es porque lo está acompañando".

Es la primera vez que Carola cuenta su versión, después de un revuelo mediático que tuvo la historia en prensa y TV. El viernes Sussy fue internada en el Hospital Barros Luco. Y hasta el Presidente Piñera intervino, para otorgarle una pensión de gracia.

"Una vecina me llamó para avisarme que mi mamá llevaba una semana durmiendo en la calle, lo que hizo que me moviera rápidamente. Ya tenían que declararla interdicta".

Acevedo es enfática en señalar que jamás dejó de hacerse cargo de su madre: "Es muy fácil tener un prejuicio, pero la gente desconoce que hay un pasado muy doloroso en la familia. Mi madre tiene esta enfermedad y mi padre sufre de alcoholismo. Hubo mucha violencia intrafamiliar, lo que provocó que me fuera de la casa a los 17 años. Sí he tocado puertas para poder ayudarla, pero no tenía los medios. Mis padres nunca quisieron aceptar ayuda. Gracias a la prensa, se aceleró el proceso de internarla".

"El problema de mi madre es algo que arrastro desde niña"
Carola, quien se dedica al canto -es vocalista de la banda Cabaretta- y a la danza, comenta que "el circo que ha hecho la TV es muy cruel, porque estoy yo, la única familia de mi madre, pero también hay niños... tengo un hijo de 13 años".

-Lo más delicado es que se te enjuicie por abandonar a tu madre, supuestamente...

-El problema de mi madre es algo que arrastro desde niña. Crecí con una madre esquizofrénica. Nadie piensa en el hijo de una persona esquizofrénica. Piensan en la madre pobrecita. No creen que el hijo no tuvo la madre que necesitaba. Pero ése ya no es el punto. Lo importante es que mi madre, hoy, esté en un lugar donde la atiendan.

-¿Es verdad que algunos vecinos le daban ropa y comida?

-¿Sabes qué? Supe que mis padres tienen pensión y, entre ambos, suman $370 mil al mes. No es un asunto de plata, sino de enfermedad. No es que no tengan plata para vivir... es que no saben controlar sus vidas.

-No están bien para manejar finanzas...

-Mi madre, sobre todo. Mi padre está un poco más lúcido que ella, pero tiene un problema con el alcohol. Hace un año fui a pedirle que me firmara un papel ante notario, que decía que aceptaba un tratamiento. Y ahí quedó. No puedo obligarlos, ni amarrarlos.

-¿Qué hiciste cuando estuviste fuera de casa? ¿Viste con regularidad a tus padres?

-Cuando los veía, me iba con algún grito o golpe. Nos dejamos de ver por eso. Cuando nació mi hijo, mis padres fueron a visitarme. Es que no puedes acercarte a alguien que te pega. ¿Hay que aguantar porque es tu papá o tu mamá? ¡No! En ese momento, yo era mamá. Y ahí dije: "¡No más!". Nunca hubo una buena relación. Ellos eligieron mal todo lo que hicieron, y todo lo que sucede ahora es producto de sus malas elecciones. Me fui de la casa porque tenía que salvar mi vida, si no, iba a terminar destruida.

-¿Se te ha acercado algún artista de la Nueva Ola?

-Hay una sola persona a quien le agradezco mucho: a Marisa. Siempre ha estado con mi mamá. Es su amiga. No es fácil estar al lado de una persona esquizofrénica.

-¿Acompañarás a tu madre porque es tu deber o sientes una vinculación emocional?

-Quiero solucionar lo práctico. Y tengo la esperanza de poder tener una relación con mi madre. No fuimos una familia feliz. No tuve los padres ideales, ni tampoco fui la hija ideal. Los hijos son el resultado de los padres. Cuando empiecen a tratar a mi madre y pase el tiempo, espero acercarme a ella. Sé que no me encontraré con la madre que soñé, pero después la veré un poco más sana.