Monday, March 21, 2011

 

UN DÍA COMO HOY... La fecha exacta no la recuerdo, pero fue hace unos buenos años ya...

recuerdo
por mayachka_tangol el 19 Dic 2002 09:18

Un día de frío fui a dar una vuelta al Cajón de Morales, y como habíamos muy pocas personas en el parque, al llegar a las Panimávidas me intrigó divisar dos figuras a lo lejos. A medida que se acercaban vi que llevaban mochilas, minutos más tarde ya nos veíamos con claridad y la sonrisa de Carlitos era de oreja a oreja. ¿De donde vienes? Le pregunté ansiosa cuando nos encontramos “De allí” me contestó apuntando con el pulgar hacia su espalda... miré y vi varios cerros, calculé más o menos que podía ser y tras analizar su expresión (gran sonrisa y ojos bien abiertos) me lancé “¡¡¡¡¡ ¿del morado?¡¡¡¡” siii, me dijo.... ¿subiste por la pared?... si po.. me contestó... pegué un grito y le di un abrazo. Carlitos estaba feliz y me dijo ¿sabes? Quería bajar rápido a Santiago para contarle a alguien que subí la Sur del Morado y me encontré justo contigo. Estoy muy contento...
Sí, estaba contento Carlitos ese día, por eso un día como hoy, a un año de su partida quería recordarlo como lo que él fue...y decir:

para Carlos Andrés Fuentes Parra...un gran montañero.

"Y solo cuando hayáis bebido del río del silencio podréis realmente cantar. Y solo cuando hayáis alcanzado la cumbre de la montaña empezareis a subir"mayachka_tangol
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Re: recuerdo
por Jorge el 19 Dic 2002 12:30

Gracias maya por recordarnos a Carlitos.

Chau, chau . . . Jorge
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"Y solo cuando hayáis bebido del río del silencio podréis realmente cantar. Y solo cuando hayáis alcanzado la cumbre de la montaña empezareis a subir"mayachka_tangol

Aunke con Carlos Andres no fuimos grandes amigos en Santiago, en el cerro si, tuvimos varios rescates juntos, compartimos penas y alegrias de un montañero y socorrista

Gracias Maya por recordarnos a un gran compañero Alguien ha visto un romano??

Cuidemos la montaña
Pedro Casaubon Del R.obelix
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Re: recuerdo
por mayachka_tangol el 20 Dic 2002 16:40

con respecto a Carlitos, lamentablemente se perdieron algunas de sus cosas,entre ellas fotos y diapos, su madre desea recuperarlas (especialmente las fotos y diapos)...si alguien tiene informacion al respecto, que por favor se contacte con Dario Arancibia, conmigo o al siguiente mail:

buscodiapo@yahoo.com

gracias.mayachka_tangol
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Re: recuerdo
por el_tila el 20 Dic 2002 17:51

aunque no lo conoci tanto como cualquiera de ustedes igual lo recuerdo
gran valor carlos, y fuerza tia que el mundo sigue y el destino es algo que solo dios controla.
recuerdo que en verano el carlitos me tuvo dos dias seguidos buscando a su perro.
grande carlos, y no es para estar triste solo es el momento, ya que contamos de un angel mas que nos agarrara cuando nos pegemos una volada, o nos alargara la cuerda cuando esta nos falte y aun no llegemos al piso. el_tila
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Re: recuerdo
por Kuanyip_Tangol el 21 Dic 2002 12:32

La primera vez que fuí a escalar, tenia como 13 años en ese entonces, carlitos me dijo "puta que eres huevon" al no poder hacer un 8 en la cuerda, con el fuimos a un par de intentos fallidos de hacer cerros, despues fuimos compañeros del cuerpo y tuvimos varios rescates codo a codo, me hubiera gustado tomarme ese último café al que me dejo invitado en el refugio aleman, para hablar de ese pendejo huevon que no sabia hacer un nudo

bueno ya tendremos tiempo en el futuro

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Cerro El Morado
De Wikipedia, la enciclopedia libre
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El Morado

País Chile, Región Metropolitana de Santiago
Coordenadas 33°43′33″S 70°03′45″O / -33.72583, -70.0625
Altitud 4.674 msnm
Cordillera Andes
Primera ascensión 1933 por Otto Pfenniger y Sebastián Krückel del Club Alemán Andino (DAV)
Ruta roca/nieve/hielo
El Cerro Morado es una montaña ubicada en el Cajón del Maipo, al oeste de la ciudad de Santiago, en los Andes de Chile central.

Contenido [ocultar]
1 Toponimia
2 Ascensos
2.1 Cronología de las ascensiones a la Pared Sur
3 Referencias

Toponimia
Debe su nombre a los lugareños y arrieros del sector que, haciendo referencia al color que proyecta la roca de la pared sur, la bautizaron así. Su imagen es sorprendente cuando se le observa desde el sur, especialmente desde la laguna de Morales del Monumento Natural El Morado.

Ascensos
La primera ascensión absoluta la realizaron Sebastián Krückel y Otto Pfenniger, ambos del Club Alemán Andino de Santiago (DAV, el 22 de diciembre de 1933 por la ruta Yeso. Se internaron por el valle del río Yeso para luego entrar por el estero Cortaderas hasta la faz noreste del cerro. El 4 de marzo de 1942, Carlos Píderit y Jorge Silva Píderit, lograron alcanzar la cumbre por la cara este del cerro. Esta vez, se metieron por el valle del estero Morado hasta los pies de la pared este.

La cumbre sur del Morado (4490m según IGM) fue ascendida por primera vez en 1934 por Tietzen y Juan Melschner (DAV), por el sector del estero Cortaderas, en el valle del río Yeso. El 4 de marzo de 1961, la pared sur fue escalada por primera vez por César Vásquez y Juan Tangol, en una de las escaladas más destacadas de la época en Chile.

Cronología de las ascensiones a la Pared SurLa vía Vásquez.
César Vásquez y Juan Tangol. 4/marzo/1961, 1° ascenso.
Alejandro Izquierdo, Dagoberto Delgado y Germán Maccio,10/enero/1981, 2° ascenso.
Gino Cassasa y Steve Brewer USA. el 29/marzo/1981 , 3° ascenso. (Antes Cassasa la había intentado junto a Francisco Medina, llegando sólo hasta el canalón de hielo.)
Buracchio-Montes-Thile, 1986, DAV, 4° ascenso.
Carlos Fuentes y Rodrigo Vivanco. 1994 5° ascenso.
Waldo Farías y Pablo Besser, Febrero/1995, 6° ascenso. Primera en el día y primera sin clavos.
Carlos Pinto y Diego Vergara, Febrero/2003, 7º ascenso.
Felipe González Donoso, 8º ascenso, 1ª en solitario, 29/diciembre/2003.
ReferenciasAndeshandbook: Cerro Morado
Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Cerro_El_Morado»
Categoría: Cerros de la Región Metropolitana de Santiago

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Santiago de Chile, Miércoles 26 de Diciembre de 2001


MUCHAS VECES, en sus ascensos, Fuentes se vio obligado a dormir en verdaderos iglús. Eso lo apasionaba.

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PERFIL: CARLOS FUENTES
Se fue el gordito más fuerte de Chile
Juan Esteban Codelia

Sucedió en Perú. El montañista chileno Carlos Fuentes encabezaba un grupo de tres cordadas que hacía esfuerzos por alcanzar la cumbre del Poincenot (de 3.002 metros de altura), la aguja que está al lado del monte Fitz Roy.

Él iba primero con otro compañero, en una fila. Atrás, en una rampa de hielo muy pronunciada, ascendía el resto. De pronto, Fuentes quedó asido de un bloque de granito. El problema es que éste cedió y Carlos cayó. La piedra le pasó de refilón y no sólo le cortó la cuerda, sino también le pasó a llevar el brazo. Quedó colgando, sostenido por sus compañeros y con la piedra en el medio.

Estaba lleno de sangre y las dos cordadas que venían atrás se quedaron heladas. Nadie dijo nada durante tres minutos, pensando lo peor. Pero Fuentes reaccionó. Se revisó y dijo "estoy bien, sigamos". Nadie lo podía creer. Llegaron a la cumbre y, de vuelta, tras 30 horas de trabajo ininterrumpido, les propuso a los que venían más cansados que bajaran todos juntos. Y lo hicieron.

La anécdota es ideal para entender la forma en que veía el montañismo Carlos Fuentes. Es imposible no sorprenderse ante los comentarios de los que rodearon a quien es considerado por algunos como el más fuerte, el de más empuje y el de más aguante en el andinismo criollo.

Un estilo de vida

"Él mismo decía que era el escalador gordito más rápido para subir cerros en Chile. Me acuerdo que una vez, en Perú, nos cargamos las mochilas y llevábamos muchas cosas, para resistir varios días en la montaña. Caminamos como una hora, nos miramos y nos dijimos que así no llegábamos a ningún lado", recuerda su partner, Juan Sebastián Montes.

"Botamos la mitad del peso de las mochilas. Sacamos los sacos de dormir, las carpas, íbamos a estar tres días arriba y subimos con comida para un día y medio, combustible para el mismo tiempo, íbamos al mínimo. Hicimos cuevas de hielo dos días para resistir el frío. Así escalábamos", aseguró.

Otra vez, en el Cerro Torres de la Patagonia chilena, tenían que llegar a un sector en que unos amigos suizos habían hecho un refugio de hielo. El drama es que ese día los propios europeos lo estaban ocupando. Es decir, para Montes, Fuentes y Álvaro Gagliano no había espacio.

"Como a la una y media de la mañana estábamos escalando una pared, llegué a unas piedras y pude enganchar unas cuerdas. Cuando llegó Carlos le dije "aquí nos quedamos". Acomodé mi mochila recostada contra la pared y me apoyé, me tapé los pies con la mochila porque íbamos sin saco y Carlos hizo lo mismo. Álvaro llegó después, nos preguntó porqué estábamos descansando. Le dijimos que dormiríamos ahí, suspendidos. No lo podía creer, pero no había otra opción. Dormimos ahí, colgados a gran altura, y las otras dos noches lo hicimos metidos en la cueva, esperando que mejorara el tiempo", dice Montes.

Y es que ése era el estilo del grupo. Su lema era rápido y liviano. Usar el mínimo de material para lograr el máximo del cerro. "No dejar cosas en la montaña y tratar de ser lo más deportivo posible era nuestro norte. Que la lucha fuera lo más cuerpo a cuerpo posible con la montaña. Tú con tu habilidad, tienes que tratar de conquistarla", explica Montes.

"Ése es el estilo alpino. Vas con todas las cosas en tu mochila. No llevas porteadores, no instalas campamentos, no pones cuerda fija. Subes y bajas con la mochila atrás", reitera el andinista.

El currículum de Carlos Fuentes es muy extenso. Comenzó a escalar a fines de los '80 y entre sus méritos están haber sido el primer chileno en escalar la Torre Central del Paine, el segundo en llegar a lo más alto del Fitz Roy (lo hizo dos veces) y ser uno de los precursores del montañismo técnico en la Patagonia.

Son pocos los que llegan hasta esa zona. Y la razón la da el propio Montes. "Es muy difícil. Hay días en que avanzas 20 metros. En casi todas las idas a Patagonia te va mal. Hay un cerro que intenté 22 veces antes de subir. Y acá tienes gente que quiere llegar al cerro, subirlo, no tener dificultad y no poner en riesgo su nombre. Entonces esquivan la Patagonia".

Fuentes, además, escaló la pared del Cerro Morado y el cerro Arena, en la zona central nacional. Este año intentó el Yarupaja (6.617 metros) en la cordillera del Huayuash peruano.

El miércoles pasado, en un accidente automovilístico, la camioneta que conducía Carlos fue a dar al fondo del río Maipo. Aún no lo pueden encontrar, pero su ejemplo seguirá vivo en todos quienes lo conocieron y entendieron. Incluidas las montañas.

El Annapurna esperará

La idea le había rondado muchas veces por la cabeza a Carlos Fuentes. Y ahora la posibilidad estaba ahí, más cerca que nunca.

Pero, fiel a su estilo, junto a su inseparable amigo Juan Sebastián Montes, planeó subir el Annapurna (8.091 metros), uno de los "14 grandes" de menor altura. La elección no fue casual. El objetivo era subir en el estilo alpino uno de los gigantes.

Y así, sin oxígeno, sin demasiados acompañantes y sin nada de parafernalia, iban a intentar a mediados de año sumar el noveno ochomil para Chile.

En eso estaba Carlos Fuentes cuando sobrevino el accidente mortal en el Cajón del Maipo. "¿Por qué el Annapurna? Porque es un ochomil chico, que podíamos hacer juntos, solos, sin infraestructura de apoyo. Teníamos que ir a la alpina, en el estilo del siglo 21 y no como se hacía en la década de los '60", precisó Montes.

El compañero de mil y una aventuras ahora pone el freno. Da casi por descartada su participación en el desafío, que quedaría para una nueva oportunidad. "Va a quedar para más adelante", confiesa un crítico de la forma en que se suben cerros hoy en Chile.

"No hay que engañarse. Uno puede creer que tiene grandes metas en Chile, que es muy importante. Pero es porque estamos en un medio que conoce poco. En su contexto no es bueno. De Gavardo no es bueno porque corre un rally en Chile y lo gana, sino porque va al París-Dakar. Aquí las metas son chiquititas. Ir al Himalaya a hacer una ruta típica no es mérito, lo hacen miles", explicó.

Y termina con una reflexión. "Si no hubiera muerto, Carlos estaría tomando ese liderazgo de subir montañas cada vez más difíciles".

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Sunday, March 20, 2011

 

ORÍGENES-COLONOS DE BAÑOS MORALES

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http://www.dedaldeoro.cl/ed39-origenes.htm


:: ORIGENES.
Colonos de Baños Morales.



Por: Gerardo V. Arenas G., andinista.

En la ribera norte del río Volcán, entre los cerros Chacaya y Las Arenas, frente al cerro Catedral en Lo Valdés, están ubicadas las pozas termales de Baños Morales, donde, por el año 1955, se venía reuniendo desde hacía tiempo un grupo de andinistas y amigos de la montaña para disfrutar del beneficio de las aguas termales. Era un lugar de difícil acceso, pero la instalación de un puente cimbra lo hizo más accesible, aunque debido al fuerte y constante viento muchas veces hubo que lamentar accidentes, algunos fatales.

Fue por esos tiempos que un concesionario llamado Manuel Fuentes rehabilitó lo que era un modesto refugio transformándolo en hostería. A la vez, se hicieron obras en el puente, que quedó convertido en una pasarela que, aunque angosta, daba más seguridad. Esto permitió que numerosos andinistas llegaran con sus familias para instalarse a los pies del cerro Fiscal (hoy cerro Morales), junto a una vertiente de aguas puras. Poco a poco fue naciendo entre ellos la idea de construir una villa. Fue don José del Valle, apoyado por don Raúl Santiago Veas, quien concretó la formación de la “Villa del Valle”. Así, los andinistas se transformaron en colonos.
Hoy, los que fuimos los primeros colonos recordamos con nostalgia el espíritu solidario que existió en esa empresa. Jamás he vuelto a ver esa sincera y servicial amistad entre vecinos como en esos largos años de trabajo. Los niños se formaron amando la montaña y respetando la naturaleza. Eran otros tiempos. Cada colono-vecino, al terminar su tarea al anochecer, guiado por ese característico ruido de los martillos, visitaba al que aún estaba trabajando. La pregunta de rigor era ¿vecino, necesita algo? Era de este modo que clavos, tornillos, madera, cemento, hasta herramientas, se compartían fraternalmente.

Uno de los problemas más serios era la llegada a Lo Valdés, para desde ahí atravesar hacia Baños Morales. Por lo general se hacía en camiones. El gran andinista Salvador Manssur inauguró un servicio de pasajeros y carga usando este medio. Era un viaje sacrificado por los caminos de tierra, con mucho polvo en verano y con peligro de rodados en invierno. Otro medio de transporte que sirvió a todo el Cajón, incluido Baños Morales, fue el tren militar, el que llegaba a la estación de El Volcán a las nueve de la noche. De ahí los colonos y andinistas continuaban a pie, en alegre caravana, a veces con lluvia o nieve, pero los 13 kilómetros hasta Lo Valdés se hacían nada cuando se pensaba en disfrutar plenamente el fin de semana, ya fuera trabajando en las obras o descansando.

Nuestra Villa ocupa un lugar de importancia en lo turístico debido a sus aguas termales de gran poder curativo. Sin embargo, hay quienes consideran que se han generado diferentes problemas, como un comercio sin mayor control, o algunos robos con destrucción de propiedades. Hay un proyecto para conservar el lugar como un enclave del patrimonio paleontológico y como reserva de fauna y flora, incluso con la construcción de un museo geológico para legar a las generaciones futuras. No estaría mal oír algo de las autoridades al respecto... La indebida extracción de fósiles ha sido otro problema. Personas sin preparación alguna se han dedicado a extraerlos, y para obtener uno destruyen cien. Algo parecido pasa con la flora, de modo que ya no se encuentran algunas hierbas medicinales que hace años abundaban. Los rebaños sin control y los hierbateros foráneos arrancan estas irreemplazables especies medicinales. Ya no hay conciencia ecológica, pero aún quedamos algunos colonos empeñados en proteger lo poco que va quedando...

Hay personas esforzadas y desinteresadas cuyos nombres quedarán por siempre ligados al nacimiento y al desarrollo de nuestra Villa por la ayuda prestada en diferentes aspectos, como por ejemplo Julio Obregón, Virginia Contardo, Enrique Terrero, Orlando Lama, Aurelio González, Julio Cabrera, Francisco Calvo, Gerardo Arenas y el noble arriero Jorge Gárate, quien, con sus mulas, por años prestó servicios a los colonos transportándolos desde Lo Valdés.
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:: BELLO VIEJO CAJÓN.
Patrimonio arquitectónico.

El arquitecto y ex concejal de San José de Maipo, Humberto Espinosa Poblete,
inicia aquí una serie de artículos con el propósito de ir mostrándonos el
patrimonio arquitectónico de la comuna de San José de Maipo.

He tenido la suerte de trabajar en la Dirección de Arquitectura del MOP, a la cual, hace más de catorce años, me llevé el Cajón del Maipo bajo el brazo, desde donde hemos podido concretar acciones destinada a proteger la Arquitectura Patrimonial de San José de Maipo, la que encierra nuestras raíces y nos trae imborrables imágenes de nuestra historia. Esa arquitectura que de tanto verla y vivirla ya pasa desapercibida ante nuestros ojos, aunque no ante los ojos de visitantes y turistas.

Salvar la edificación de valor histórico de la destrucción, del paso del tiempo y del olvido, no es tarea fácil, y en el caso de

la arquitectura... doblemente difícil, ya que su destrucción puede significar un buen negocio para algunos propietarios, aunque ello, o ese “dejarlo morir”, vaya en perjuicio del patrimonio cultural de toda una comunidad. Si bien existe la Ley de Monumentos Nacionales (Nº 17.288), ésta no incluye un respaldo legal que permita destinar fondos para la protección, restauración y puesta en valor (darle una nueva vida) al patrimonio arquitectónico en nuestro país.
En países como Francia, Inglaterra, Alemania, España, Rusia y muchos otros europeos o de Norteamérica, como EEUU. y Canadá, donde el patrimonio arquitectónico reviste dimensiones y valores incalculables, existen leyes por las cuales se puede subvencionar a los propietarios de estos patrimonios en los gastos en que incurran con motivo de la restauración y puesta en valor de estos inmuebles, lo que evidentemente hace más atractivo a sus dueños proteger estos bienes.

Estas acciones, que valoran y promueven el cuidado del patrimonio arquitectónico, van en beneficio de la cultura de los países y de la humanidad entera. Ejemplos chilenos de patrimonio inmueble que han cruzado nuestras fronteras, son las Iglesias de Chiloé y parte de la ciudad de Valparaíso, ya declarados patrimonios de la humanidad. Pronto lo serán las Salitreras Humberston y Santa Laura, en el norte; los fuertes y castillos españoles del sur; San Pedro de Atacama; el Campamento Minero de Sewel; todos patrimonios que están siendo postulados a UNESCO por nuestro país.

Restauración del patrimonio

Al amparo de la Ley de Monumentos Nacionales (Nº 17.288), en Chile existe la Ley Valdés, por la cual entidades particulares o personas individuales pueden aportar financiamiento a estos fines, obteniendo a cambio beneficios tributarios. Esta, la Ley Nº 18.895 de Donaciones Culturales, fue creada por el Senador Gabriel Valdés el año 1990, y a la fecha ha canalizado inversiones por más de 27 mil millones de pesos en el desarrollo de proyectos culturales en el país. A menor escala, el FOSIS, FONDART y otras instituciones del Estado, también contemplan fondos concursadles para financiar proyectos orientados a la protección, estudio y enseñanza del patrimonio cultural de Chile. No obstante, estos recursos son mínimos al lado de la gran inversión que la restauración del patrimonio arquitectónico requiere. Así, impotentes, vemos cómo, día a día, se destruye y desparece este legado de valor histórico.

Es el caso actual de las Iglesias del Altiplano destruidas por el último terremoto del norte, donde parte importantísima de nuestra cultura quedó reducida a escombros. La responsabilidad de su reconstrucción ha sido asumida por la Dirección de Arquitectura del MOPTT, lo que implica una inversión inicial de US$ 5.000.000, monto correspondiente a la recuperación sólo de 22 iglesias y 3 conjuntos patrimoniales (son en total 72 iglesias en las cinco comunas dañadas).

Arquitectura patrimonial en nuestra comuna

Desde la declaratoria de Monumento Histórico de la Iglesia de San José de Maipo en junio de 2002, cuando nuestra comuna cumplía 200 años, me ha tocado participar en la recopilación de antecedentes, elaboración de estudios, perfiles de proyecto y expedientes de declamatoria de varios edificios y espacios patrimoniales de la comuna. Es el caso de la Capilla de El Manzano, el ex Ferrocarril Militar, con sus estaciones, puentes y túnel; el ex Sanatorio Laennec; el Sanatorio Mujeres Carolina Doursther; la Aduana de El Manzano, todos declarados monumentos históricos a la fecha, además de la Cruz Roja, la Casa Esquina (hoy Dep. de Aseo Municipal), la Zona Típica de la localidad de San José de Maipo (calle Comercio) y el traslado de la Estación de El Romeral, entre muchos otros lugares.

Estas acciones de protección y cuidado de nuestro patrimonio cultural, además de ayudarnos a restituir nuestra historia, a preservar nuestras tradiciones y entregar señas de nuestras raíces a las nuevas generaciones, vienen a sumarse a los grandes atractivos de nuestro patrimonio natural, fortaleciendo enormemente el potencial turístico del Cajón del Maipo. Últimamente se ha reforzado la voluntad de diferentes sectores para recuperar el ferrocarril del Cajón del Maipo y restaurar la Estación de El Volcán con el fin de transformarla en el primer Museo Minero de la Región Metropolitana y de, incluso, declarar al pueblo El Volcán como Zona Típica, iniciativas apoyadas con fuerza por la comunidad y sus organizaciones.

La voluntad de abordar los desafíos de la protección de nuestro Patrimonio Arquitectónico está en nuestras manos y las de nuestras autoridades, que deben poner su voluntad política también al servicio de la cultura.

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Sunday, March 13, 2011

 

















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