Sunday, March 20, 2011

 

ORÍGENES-COLONOS DE BAÑOS MORALES

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http://www.dedaldeoro.cl/ed39-origenes.htm


:: ORIGENES.
Colonos de Baños Morales.



Por: Gerardo V. Arenas G., andinista.

En la ribera norte del río Volcán, entre los cerros Chacaya y Las Arenas, frente al cerro Catedral en Lo Valdés, están ubicadas las pozas termales de Baños Morales, donde, por el año 1955, se venía reuniendo desde hacía tiempo un grupo de andinistas y amigos de la montaña para disfrutar del beneficio de las aguas termales. Era un lugar de difícil acceso, pero la instalación de un puente cimbra lo hizo más accesible, aunque debido al fuerte y constante viento muchas veces hubo que lamentar accidentes, algunos fatales.

Fue por esos tiempos que un concesionario llamado Manuel Fuentes rehabilitó lo que era un modesto refugio transformándolo en hostería. A la vez, se hicieron obras en el puente, que quedó convertido en una pasarela que, aunque angosta, daba más seguridad. Esto permitió que numerosos andinistas llegaran con sus familias para instalarse a los pies del cerro Fiscal (hoy cerro Morales), junto a una vertiente de aguas puras. Poco a poco fue naciendo entre ellos la idea de construir una villa. Fue don José del Valle, apoyado por don Raúl Santiago Veas, quien concretó la formación de la “Villa del Valle”. Así, los andinistas se transformaron en colonos.
Hoy, los que fuimos los primeros colonos recordamos con nostalgia el espíritu solidario que existió en esa empresa. Jamás he vuelto a ver esa sincera y servicial amistad entre vecinos como en esos largos años de trabajo. Los niños se formaron amando la montaña y respetando la naturaleza. Eran otros tiempos. Cada colono-vecino, al terminar su tarea al anochecer, guiado por ese característico ruido de los martillos, visitaba al que aún estaba trabajando. La pregunta de rigor era ¿vecino, necesita algo? Era de este modo que clavos, tornillos, madera, cemento, hasta herramientas, se compartían fraternalmente.

Uno de los problemas más serios era la llegada a Lo Valdés, para desde ahí atravesar hacia Baños Morales. Por lo general se hacía en camiones. El gran andinista Salvador Manssur inauguró un servicio de pasajeros y carga usando este medio. Era un viaje sacrificado por los caminos de tierra, con mucho polvo en verano y con peligro de rodados en invierno. Otro medio de transporte que sirvió a todo el Cajón, incluido Baños Morales, fue el tren militar, el que llegaba a la estación de El Volcán a las nueve de la noche. De ahí los colonos y andinistas continuaban a pie, en alegre caravana, a veces con lluvia o nieve, pero los 13 kilómetros hasta Lo Valdés se hacían nada cuando se pensaba en disfrutar plenamente el fin de semana, ya fuera trabajando en las obras o descansando.

Nuestra Villa ocupa un lugar de importancia en lo turístico debido a sus aguas termales de gran poder curativo. Sin embargo, hay quienes consideran que se han generado diferentes problemas, como un comercio sin mayor control, o algunos robos con destrucción de propiedades. Hay un proyecto para conservar el lugar como un enclave del patrimonio paleontológico y como reserva de fauna y flora, incluso con la construcción de un museo geológico para legar a las generaciones futuras. No estaría mal oír algo de las autoridades al respecto... La indebida extracción de fósiles ha sido otro problema. Personas sin preparación alguna se han dedicado a extraerlos, y para obtener uno destruyen cien. Algo parecido pasa con la flora, de modo que ya no se encuentran algunas hierbas medicinales que hace años abundaban. Los rebaños sin control y los hierbateros foráneos arrancan estas irreemplazables especies medicinales. Ya no hay conciencia ecológica, pero aún quedamos algunos colonos empeñados en proteger lo poco que va quedando...

Hay personas esforzadas y desinteresadas cuyos nombres quedarán por siempre ligados al nacimiento y al desarrollo de nuestra Villa por la ayuda prestada en diferentes aspectos, como por ejemplo Julio Obregón, Virginia Contardo, Enrique Terrero, Orlando Lama, Aurelio González, Julio Cabrera, Francisco Calvo, Gerardo Arenas y el noble arriero Jorge Gárate, quien, con sus mulas, por años prestó servicios a los colonos transportándolos desde Lo Valdés.
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:: BELLO VIEJO CAJÓN.
Patrimonio arquitectónico.

El arquitecto y ex concejal de San José de Maipo, Humberto Espinosa Poblete,
inicia aquí una serie de artículos con el propósito de ir mostrándonos el
patrimonio arquitectónico de la comuna de San José de Maipo.

He tenido la suerte de trabajar en la Dirección de Arquitectura del MOP, a la cual, hace más de catorce años, me llevé el Cajón del Maipo bajo el brazo, desde donde hemos podido concretar acciones destinada a proteger la Arquitectura Patrimonial de San José de Maipo, la que encierra nuestras raíces y nos trae imborrables imágenes de nuestra historia. Esa arquitectura que de tanto verla y vivirla ya pasa desapercibida ante nuestros ojos, aunque no ante los ojos de visitantes y turistas.

Salvar la edificación de valor histórico de la destrucción, del paso del tiempo y del olvido, no es tarea fácil, y en el caso de

la arquitectura... doblemente difícil, ya que su destrucción puede significar un buen negocio para algunos propietarios, aunque ello, o ese “dejarlo morir”, vaya en perjuicio del patrimonio cultural de toda una comunidad. Si bien existe la Ley de Monumentos Nacionales (Nº 17.288), ésta no incluye un respaldo legal que permita destinar fondos para la protección, restauración y puesta en valor (darle una nueva vida) al patrimonio arquitectónico en nuestro país.
En países como Francia, Inglaterra, Alemania, España, Rusia y muchos otros europeos o de Norteamérica, como EEUU. y Canadá, donde el patrimonio arquitectónico reviste dimensiones y valores incalculables, existen leyes por las cuales se puede subvencionar a los propietarios de estos patrimonios en los gastos en que incurran con motivo de la restauración y puesta en valor de estos inmuebles, lo que evidentemente hace más atractivo a sus dueños proteger estos bienes.

Estas acciones, que valoran y promueven el cuidado del patrimonio arquitectónico, van en beneficio de la cultura de los países y de la humanidad entera. Ejemplos chilenos de patrimonio inmueble que han cruzado nuestras fronteras, son las Iglesias de Chiloé y parte de la ciudad de Valparaíso, ya declarados patrimonios de la humanidad. Pronto lo serán las Salitreras Humberston y Santa Laura, en el norte; los fuertes y castillos españoles del sur; San Pedro de Atacama; el Campamento Minero de Sewel; todos patrimonios que están siendo postulados a UNESCO por nuestro país.

Restauración del patrimonio

Al amparo de la Ley de Monumentos Nacionales (Nº 17.288), en Chile existe la Ley Valdés, por la cual entidades particulares o personas individuales pueden aportar financiamiento a estos fines, obteniendo a cambio beneficios tributarios. Esta, la Ley Nº 18.895 de Donaciones Culturales, fue creada por el Senador Gabriel Valdés el año 1990, y a la fecha ha canalizado inversiones por más de 27 mil millones de pesos en el desarrollo de proyectos culturales en el país. A menor escala, el FOSIS, FONDART y otras instituciones del Estado, también contemplan fondos concursadles para financiar proyectos orientados a la protección, estudio y enseñanza del patrimonio cultural de Chile. No obstante, estos recursos son mínimos al lado de la gran inversión que la restauración del patrimonio arquitectónico requiere. Así, impotentes, vemos cómo, día a día, se destruye y desparece este legado de valor histórico.

Es el caso actual de las Iglesias del Altiplano destruidas por el último terremoto del norte, donde parte importantísima de nuestra cultura quedó reducida a escombros. La responsabilidad de su reconstrucción ha sido asumida por la Dirección de Arquitectura del MOPTT, lo que implica una inversión inicial de US$ 5.000.000, monto correspondiente a la recuperación sólo de 22 iglesias y 3 conjuntos patrimoniales (son en total 72 iglesias en las cinco comunas dañadas).

Arquitectura patrimonial en nuestra comuna

Desde la declaratoria de Monumento Histórico de la Iglesia de San José de Maipo en junio de 2002, cuando nuestra comuna cumplía 200 años, me ha tocado participar en la recopilación de antecedentes, elaboración de estudios, perfiles de proyecto y expedientes de declamatoria de varios edificios y espacios patrimoniales de la comuna. Es el caso de la Capilla de El Manzano, el ex Ferrocarril Militar, con sus estaciones, puentes y túnel; el ex Sanatorio Laennec; el Sanatorio Mujeres Carolina Doursther; la Aduana de El Manzano, todos declarados monumentos históricos a la fecha, además de la Cruz Roja, la Casa Esquina (hoy Dep. de Aseo Municipal), la Zona Típica de la localidad de San José de Maipo (calle Comercio) y el traslado de la Estación de El Romeral, entre muchos otros lugares.

Estas acciones de protección y cuidado de nuestro patrimonio cultural, además de ayudarnos a restituir nuestra historia, a preservar nuestras tradiciones y entregar señas de nuestras raíces a las nuevas generaciones, vienen a sumarse a los grandes atractivos de nuestro patrimonio natural, fortaleciendo enormemente el potencial turístico del Cajón del Maipo. Últimamente se ha reforzado la voluntad de diferentes sectores para recuperar el ferrocarril del Cajón del Maipo y restaurar la Estación de El Volcán con el fin de transformarla en el primer Museo Minero de la Región Metropolitana y de, incluso, declarar al pueblo El Volcán como Zona Típica, iniciativas apoyadas con fuerza por la comunidad y sus organizaciones.

La voluntad de abordar los desafíos de la protección de nuestro Patrimonio Arquitectónico está en nuestras manos y las de nuestras autoridades, que deben poner su voluntad política también al servicio de la cultura.

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