Sunday, July 11, 2010

 

Isla Robinson Crusoe, un viaje a la aventura








DIARIO DE VIAJE

Nos aplazaron el vuelo

Santiago, Martes 27 de Enero de 1970.- (Pola) - Partimos rumbo a Cerrillos a las 7:15 horas ya que la partida del avión era a las 8:00 de la mañana. Nos encontramos con la novedad que por el mal tiempo no podríamos salir a esa hora, por lo que tendríamos que comunicarnos con la oficina de la Línea Aérea a las 10:30 para saber a qué hora partiríamos.
Decidimos no volver a nuestra respectivas casas, sino que encontrarnos en casa del hermano de las Vidal para estar todos juntos y poder tomar cualquier decisión.

(Maruja) - A las 11:30 horas nos comunicaron de la oficina de Taxpa, que el vuelo no sería posible este día, sino que, había que comunicarse a las 22:00 horas para saber la salida del día siguiente.
Con estas noticias, no tuvimos más que ponernos a preparar un suculento almuerzo.

(Sara) - Eso de Viaje a Isla Juan Fernández como se titula este diario está por verse, ya que estamos casi decididas a cancelarlo por las condiciones climáticas existentes en la isla que no permiten la salida del avión.
En cuanto a “suculento almuerzo” como lo llama la Maru, apenas alcanza a ser una especie de colación.

(Sonia) - ¿Colación?...Bueno, yo no lo llamaría así, sólo fue un “bocado”. Si nos vieran los antiguos romanos, la compararían con sus “escuálidas” comidas, o Enrique Octavo, quedaría espantado.
Bueno, creo que a pesar de todo, el sentido del humor, no nos deja ni a sol, ni a sombra.
Nos retiramos a las 14:00 horas del “suculento almuerzo”, al compás de “Jalisco”.

(Elisa) - No voy a entrar en la polémica de si el almuerzo fue “suculento”, un “bocado” o una especie de “colación”, pero sí voy a retroceder en el tiempo para relatar la parte que le tocó a Juanito en este accidentado viaje. Según lo convenido: puntualmente nos pasó a buscar a las 6:45 horas.

“He aquí el comienzo de nuestros problemas”. Como de costumbre nuestra buena amiga se quedó dormida, haciendo variar el itinerario, ya que mientras se bañaba, debimos ir en busca de Maruja cuya casa es más difícil de ubicar que los dueños de Taxpa cuando vayamos a reclamar la devolución de la plata.
Luego de una desesperada búsqueda logramos encontrar a Maruja, recogimos a Pola y Negrita y partimos hacia el Aeropuerto de Cerrillos llegando justo a tiempo para que nos comunicaran que el avión no partía.
Por supuesto, tuvimos que prometer a Juanito traerle por lo menos una langosta por persona para compensar en algo el gran sacrificio que hizo de levantarse de madrugada para tratar de traernos a la hora.

(Pola) - Si seguimos retrocediendo tenemos que decir que los aviones son sólo para seis personas, por lo tanto, debemos hacer el viaje en dos de estos. Hasta ayer estaba todo listo para partir todos a las 8:30 horas de hoy día, pero resulta que de la línea aérea nos avisaron que los aviones partirían a distintas horas: uno en la mañana a las 8:00 y el otro a las 2:00 de la tarde y que nos habían designado a las mujeres en la mañana y en la tarde a los hombres.
Después de una odisea tratando de comunicarnos todos, quedamos por fin de acuerdo que viajaríamos como nos habían asignado.

El Tío estaba con esto un poquito disgustado, ya que le había tocado toda la mañana y parte de la tarde, andar aplanando el Ministerio de Educación, para que nos prestaron la Escuela en la Isla. Menos mal que después de mucho trámite le dieron una carta, dirigida al Director de la Escuela, en la cual nos facilitaron dos salas de la Escuela.
Bien, siguiendo con el día de hoy diremos que después del suculento almuerzo, nos dormimos una rica siesta. Nos levantamos como a las 6:00 de la tarde y Elisa nos sirvió unas ricas onces y no nos podemos quejar del ánimo, ya que las bromas seguían como de costumbre.
Como a las 20:30 horas llegó la dueña de casa con las niñitas, la mamá de las Vidal y Nana. Después de un rato de conversa se fue la mamá de las chiquillas y Nana y Pilar comenzó a preparar la cena, y ahora sí que podemos decir que ésta fue suculenta.

Mientras esperábamos la cena llegó el Tío Raúl en la citroneta con Negrita y Tabo para saber qué noticias nos tendrían de Taxpa. A las 10:15 horas llamó Mireya para preguntar qué noticias habían y le comunicaron que partiríamos a las 6:45 de la mañana y los varones a las 14:00 horas. Con esto Tío Raúl, Negrita y Tabo se fueron, nosotros cenamos..., un ratito de sobremesa y ...
¡Por fin....a dormir!

Ahora sí que partimos

Santiago, Miércoles 28 de Enero de 1970.- (Pola) - Nos levantamos a las 5:00 de la madrugada, después de bañarnos como corresponde, nos tomamos un rico desayuno, nos despedimos de Pilar y rumbo de Cerrillos...¡Partimos!
Llegamos a Cerrillos a las 6:40, la niña de Taxpa ya había llegado, hablamos enseguida con ella y nos comunicó que no había ningún problema, que saldríamos en un rato más.

Para algunas era primera vez que volábamos

Nos acomodaron las mochilas en el avión, nos acomodaron a nosotros y... ¡Aquí estamos, volando sobre el mar!... a una altura de 6.000 pies y a 160 millas por hora, estamos todas bien y sin mareos ni cosa por el estilo.

(Sara) - Llevamos una hora de viaje, el vuelo ha sido bastante placentero así que estamos muy tranquilas, Pola lee el diario, Maruja también, Mireya duerme, Sonia escribe su diario y Elisa contempla el panorama.
El piloto se lo pasa comunicando con la isla desde donde le informaron que estaba lloviznando.
En este momento se sienten unos movimientos en el avión pero son bastante suaves. Abajo se divisan sólo nubes y de vez en cuando se ve el mar. Tenemos unos sandwiches en los asientos para cuando nos dé hambre.

(Sonia) - Ahora sigo yo con mis impresiones. Despertó Mireya y se queja que tiene sueño. ¡Las patitas!
Del viaje está casi todo dicho, felizmente no nos ha pasado nada. Ningún mareo. Creí que era peor el asunto, pero hasta aquí ..¡Nada...!. Quizás más adelante como será la cosa. Siento un pequeño malestar a la cabeza, debe ser el ruido y la altura. Estoy “apunada”.

(Elisa) - Cuando despegamos de Cerrillos hacía bastante frío pero ahora se siente calor. Seguimos volando sobre el mar, el que se divisa entre las nubes. Son las 9:05 horas y todo está tranquilo. Es curioso pero lo que creíamos las “novatas” en el vuelo no era tan terrible, la verdad es que el miedo se nos quitó de inmediato ya que la partida fue tan suave que casi no sentimos cuando el avión se elevó. “Más brusco es el andarivel de Farellones”.

(Mireya) - 9:10 de la mañana. Se divisan nubes y nubes, en alguna que otra parte, el mar. Solo deseo llegar prontito, mi problema es el de siempre...¡Carajo! ... y haberme bañado con agua helada...¡Peor! ... Tengo unas ganas de hacer “pipí”,... nada de sonreír chiquillas...miren que esto es...¡Muy serio!
El avión es bien chiquitito. Pola está de copiloto, y bueno, aparte de aquello...todo está perfectamente. Pero siempre.......¡Ojalá no demoremos mucho!
El piloto nos ofrece sandwiches. Y aparte del paisaje no hay mucho que decir...en este momento se divisan sólo nubes.

(Maruja) - 9:40 horas. Creo nos falta poco para llegar a la Isla. ¡Dios quiera que así sea! Ya que me he contagiado con el terrible problema de Mireya. ¡Qué lástima que no lleve una “pelela” el avión! Claro que “na’que ver”, bacinica en un avión.

Voy a tener que desabrocharme el Cinturón de Seguridad porque ya no doy más... ¡Ánimo!...
Seguimos volando sobre nubes, nubes y más nubes y el piloto : “Llamando..., Isla Robinson Crusoe..., hable ...“.
¡Qué terrible!...De repente he sentido una sordera espantosa, debe ser efecto de la altura y velocidad.

En estos momentos miramos todas sorprendidas por las ventanillas ya que afuera no se ve absolutamente nada, estamos envueltos en un capa espesa de nubes y el avión da unos pequeños brincos.
¡Ánimo, chiquillas!... ya pasó el susto, ahora divisamos abajo el mar con una quietud sorprendente, como una alfombra donde posan sus pies los rayos solares.

Ya se divisa la Isla

10:00 horas. El piloto nos dice que ya se divisa la Isla, nosotras todas sonrientes gritamos: “la isla..., la isla”.

(Sara) - Al fin divisamos la Isla. Al comienzo parecía una roca, pero ahora se distingue perfectamente.

(Elisa) - Se ve rodeada de una línea blanca, cortada a pique, de color amarillo y verde, es larga. El agua es cristalina, color verde...

(Sara) - En este momento estamos volando sobre el aeródromo, las ruedas ya descendieron y el movimiento es más brusco y nos balanceamos, damos vuelta, más movimiento...Son las 10:14, descendemos más y más...
¡Llegamos! .., Tocamos tierra, son las 10:15. Hace frío, tomamos nuestras cosas y bajamos.

Llegamos a la Isla, es el comienzo de la gran aventura

Juan Fernández, en la noche.- (Pola) - Llegamos totalmente sin novedad a la Isla, la vista desde el avión y de la casa que hay en el aeródromo es bastante diferente a lo imaginado, ya que se ve todo completamente árido, nos tomamos un tecito para el frío, ya que hacía un poco de viento, después bajamos un cerrito y llegamos hasta la lancha hacia la “gran aventura”, la Bahía de Cumberland, el viaje en lancha es bastante bueno, el espectáculo es fabuloso, ya que se viaja orillando toda la isla.



A través de este viaje, Sarita se vino tomando muchas fotografías, ya que el paisaje es realmente bonito. Llegamos a la bahía a las 12:05 horas. A primera vista el paisaje es de una hermosura realmente impresionante, se ven bastantes casas pintadas de colores vivos y se ve bastante vegetación. A la llegada hay un muelle donde los turistas se ponen a pescar.

A la bajada del bote nos hicimos amigas de Henry y Leo, dos chicos de unos 8 años, oriundos de estos lugares, les preguntamos donde estaba la Escuela, y nos trajeron hasta ella. Ahí preguntamos por el Director y nos dijeron que estaba de vacaciones en el continente y que teníamos que hablar con el Sr. Sepúlveda que era el que estaba a cargo por el momento. Leo amablemente fue a la casa del profesor, nos presentamos, le entregamos la carta del Ministerio, y nos dijo que estaba a nuestra disposición.

Hicimos de la Escuela nuestro hogar



Nos instalamos en una sala bastante grande donde nos caben los sacos de dormir con mucha holgura, dos pupitres de profesor para mesa de comedor, unos pupitres chicos como despensa, y un pupitre para cada una de velador y aún nos queda bastante espacio para salón de baile.
La cocina la instalamos al lado de la sala en una especie de “porch” que hay en la entrada... y... ¡Listo! Ya estamos totalmente instaladas.

(Elisa) - Un isleño nos indicó donde podíamos almorzar por un precio bastante razonable. Fuimos al Restaurante del Sr. Angulo, nos servimos cazuela de vaca y bife con ensalada, postre y agüita de boldo por Eº 12,00 c/u.

Luego de almorzar nos dirigimos al Telégrafo a poner telegrama a Santiago para comunicar que habíamos llegado “sin novedad” . Nos atendió un señor muy amable que nos ofreció toda clase de ayuda. A él recurrimos para procurarnos algunos alimentos ya que no teníamos donde comprar por cuanto el único almacén que hay en la Isla pertenece a la Eca (Empresa de Comercio Agrícola, organismo estatal) y atiende solamente en las mañanas. Nos regaló varias cosas y nos prestó algunas ollas.

Todos los isleños son muy amables y siempre dispuestos a ayudarnos. La señora de otro isleño nos regaló huevos, pan y bacalao y nos ofreció una cocinilla a parafina.
Recibimos la visita del cabo Contreras y del profesor Sepúlveda

(Sara) - Mientras las chiquillas andaban “comprando” las provisiones , Maruja, Pola y yo preparamos las onces. Recibimos la visita del cabo Contreras el cual nos ofreció toda clase de ayuda, como dónde conseguir carne, alimentos, etc. Nos contó que había tres estudiantes universitarios, de la U. Católica, que se alojaban en las casas que hay en el recinto militar.
Además, nos aconsejó que cuando dispusiéramos de un poco de tiempo pasáramos por el Retén para inscribirnos en el Registro de Turistas.

Después llegó el profesor cuyo nombre es Humberto Sepúlveda, venía acompañado de dos de sus hijos. Nos estuvo contando sobre la isla , la historia del Dresden , el origen de las distintas familias que viven acá como los De Rodt, Charpentier, Schiller, etc. También nos dibujó un mapa de la Isla , con sus bahías y nos explicó cual fue el recorrido que hicimos en lancha para llegar al Aeródromo de la Punta a la Bahía de Cumberland.
Las chiquillas llegaron muertas de la risa porque en todas partes les regalaban cosas.

Aseguramos la puerta con un “candado”

El tiempo se descompuso bastante, se levantó un fuerte ventarrón y con algunos chubascos. Parecía que los árboles ya se venían abajo, hacían mucho estruendo. Teníamos mucho miedo, porque también sonaban las cadenas con que se amarra la puerta que da al patio y parecía que alguien trataba de entrar. En vista de esto y que estábamos solas, colocamos un “candado” y arreglamos bien la cadena para que no sonara con el viento, trancamos la puerta de la sala con las mesas y nos acostamos tan tranquilas sin fijarnos que las ventanas de la sala tienen los vidrios quebrados y si alguien quiere entrar no le cuesta nada meterse por los hoyos.

Hoy día había venta de carne

Juan Fernández, Jueves 29 de Enero de 1970.- (Maruja) - Debido al cansancio del viaje nos levantamos un poquito tarde a tomar desayuno. Nos ubicamos por ahí un lugar para darnos una duchita con agua heladita, luego fui con Elisa a hacer las compras al Almacén de la Eca que es la única parte de la Isla donde se encuentran comestibles.
Luego salimos a comprar la carne ya que nos vinieron a avisar que fuéramos temprano a ponernos en la cola o íbamos a quedar sin carne.

Algo muy curioso es aquí el sistema de venta de la carne:

Primero se avisa que tal día se va a carnear un animal (cosa que se hace muy a lo lejos). El día indicado llega temprano la gente a hacer la cola, debe concurrir un carabinero que hace de control, se reparten números (como cuando se va al médico al Seguro) que son entre 40 o 50. Como nosotras somos tan puntuales, llegamos “placé”. Matan temprano al animal y lo empiezan a carnear y lo van vendiendo por partes sin pedir la opinión al comprador, o sea, “al que le toca, le toca”, sin derecho a reclamar y cada uno se va con su trozo de carne en la mano ya que acá no existe el papel, pues los diarios llegan una vez al mes.

Después de poner caras largas conseguimos que nos vendieran algo que tenían para la casa, ya que el animal se vende todo, en el momento.
Luego salimos a conocer lugares, pasando por la casa de la escritora Sra. Blanca Luz Brum, la cual no nos recibió por encontrarse enferma en cama. Subimos una lomita desde la cual se dominaba toda la Bahía de Cumberland con una vista panorámica impresionante de belleza.
A las 13:00 horas regresamos y fuimos a almorzar a la Residencial donde nos tenían una exquisita Entrada de Langosta con mayonesa.

Una auténtica baronesa nos hacía el pan


Elisa, Gloria de Rodt y sus hermanitos

Como aquí no hay panaderías cada persona se hace su propio pan, nos encontramos sin saber qué hacer, pero como tenemos “tanta mala suerte”, una señora de aquí nos dijo que le lleváramos 5 Kg. de harina, ½ Kg. de manteca y ella nos haría pancito para unos 5 días. ¡Listo no más! Le llevamos los ingredientes y como a las 15:30 horas vino una hija de la señora, llamada Gloria, una chica muy simpática, quien se quedó a conversar con nosotras y nos acompañó toda la tarde. Esta chica es bisnieta del Barón de Rodt, según nos contaba el profesor Sepúlveda, este Barón vino hace muchos años atrás a esta Isla, y le gustó tanto que dejó su aristocrática vida y se radicó aquí y fundó una familia. Según el profesor, este barón tuvo “buenas y malas rachas” aquí, ya que tenía una flota de goletas con las cuales le iba muy bien, pero después éstas se incendiaron y comenzó con esto una “racha de mala suerte”. Sus descendientes se dedicaron a las actividades de la Isla, es decir, se transformaron en pescadores, La mamá de Gloria es casada con un descendiente del Barón de Rodt.

Llegaron el Tío Raúl y Tabo

Bien...como a las 16:30 horas fuimos al muelle a esperar la lancha en la cual llegaban Tío Raúl y Tabo, pues sabíamos que habían llegado porque preguntamos por Radio. Como a las 5 de la tarde llegó la lancha con nuestros pasajeros, nos vinimos enseguida a la Escuela porque nuestros “niños” estaban sin almuerzo.

Después que almorzaron y nosotras tomamos onces, Gloria nos llevó donde su madrina porque uno de los hijos de la señora que a veces tiene para vender, pequeños objetos de “chonta”, (este es un árbol autóctono de estas tierras, que tiene la forma de una palmera, pero su madera es muy bonita), el cual para felicidad de nosotros, tenía, así que le compramos collares hippies y palillos hechos con esta madera,

Después nos llevó al Cementerio, Mireya decía que primera vez que a las 9:30 de la noche estaba en un cementerio, en él se encuentra un Mausoleo en recuerdo de los hombres que murieron en el “Dresden”. Según nos contaban, este barco alemán se había salvado milagrosamente de un bombardeo y había llegado a esta bahía, pero por no tener carbón no podía zarpar de aquí, cuando por fin habían conseguido calentar las calderas, llegó un barco inglés y comenzó a bombardearlo. El delegado tomó una lancha tratando de hacer respetar que este era un lugar neutral, pero tuvo que devolverse porque casi lo matan. El capitán del Dresden al ver que no podía hacer nada le qritó a su tripulación que trataran de salvarse y hundió el barco.
Después de este recorrido, nos vinimos a casa, cenamos algo y ...¡Listo! ...¡A dormir!

Visitamos los restos de un fuerte y las cuevas de los patriotas

Retrocediendo un poco en el día de hoy, diremos que después de almuerzo fuimos a visitar los restos del fuerte de los españoles, éste a pesar de su tradición histórica, nos decepcionó un poco ya que solamente quedan unos murallones de piedra. Bajando un poquito el cerro hay unas cuevas realmente impresionantes, hay como tres que son muy grandes, aproximadamente de unos 18 m de largo, 5 o 6 m de ancho y unos 8 o 9 m de alto. Según nosotros pensábamos estas cuevas eran naturales, pero en la noche, mientras Elisa leía el libro “La justicia de los Maurelio”, nos enteramos que éstas fueron hechas por los prisioneros. Como se sabe, a esta isla traían a los prisioneros y aquí vivían juntos: los guardias con los prisioneros. Con éstos se portaron muy mal, los guardias los hicieron construir estas cuevas y una vez que las tuvieron construidas, los encerraron con fuertes barrotes y vivían en esas cuevas en forma totalmente cavernaria.

Día memorable en la historia del grupo

Juan Fernández, Viernes 30 de Enero de 1970.-(Sara) - ¡Día memorable en la historia del grupo! Ha sucedido algo extraordinario, algo digno de contarse: “La Pola se ha levantado temprano a prepararnos el desayuno y nos ha servido en cama”.

Después de levantarnos, salimos como de costumbre a hacer las compras. Nos fuimos por la costanera Daniel Defoe y subimos por Almirante Riveros buscando la casa de la señora Lala que vende verduras.

La verdad es que no encontramos la casa, pero anduvimos por lugares muy bonitos, llenos de vegetación, encontramos una casa en la cual había muchas gallinas y como de costumbre por estos lados, entramos por la parte de atrás. Después de llamar repetidas veces tratando de encontrar a alguien, pero la casa estaba totalmente vacía, seguimos caminando hacia abajo, ya que nos encontrábamos bastante arriba, cuando Sonia se dio un feroz costalazo, como había llovido toda la noche y parte de la mañana, el suelo estaba resbaladizo.

Bien..., encontramos un poco más abajo otra casa y hablamos con la Sra., preguntándole si tenía huevos o verduras que nos vendiera, pero dijo que no tenía nada y que fuéramos donde su abuelita la Sra. Regina, seguimos en nuestro recorrido, encontramos otra casa, haciendo las mismas preguntas, escuchando idéntica respuesta.

En vista de eso y como todavía era temprano y donde íbamos a almorzar nos dijeron que fuéramos como a las 13:00 o 13:30 horas. Decidimos ir donde la Sra. Regina, pero desgraciadamente nos fue mal, pues no le quedaban verduras ni huevos, en vista de eso nos sentamos un rato cerca de la plaza (que aquí se compone de puras piedras) a contemplar el mar hasta que nos dio la hora de almuerzo.

Ejemplo de un almuerzo en la Isla

Este estuvo realmente suculento, de entrada: Empanaditas fritas de langostas, estaban realmente exquisitas, de segundo: Tallarines con carne mechada , claro que este era un plato con barandas, pues nos dejó totalmente “tiesas”, enseguida de postre: Duraznos con crema y agüita o café. Todo esto acompañado de un pancito recién salido del horno que estaba de los más apetitoso.

Después de almuerzo nos fuimos al muelle a dárnosla de pescadoras, fuera de los respectivos resfriados, no pescamos nada más. Mireya pescó 5 pejerreyes, Sonia, 1 pampanito, que así le llaman aquí a los jureles chiquititos, Sara pescó otro y yo, otro y eso que estuvimos en esta pesca toda la tarde.

Como a las 18:00 horas nos dio apetito y nos vinimos a casita a tomar unas ricas onces. A esto, debo agregar que la Sra. Nelly que es la señora que nos prestó la cocina a parafina, nos regaló dos jureles grandes, los cuales Sonia preparó exquisitamente para la hora de comida.

Mientras nosotras pescábamos, Tío Raúl dormía siesta recuperándose del almuerzo que estuvo muy regado y Tabo se hacía amigo de los isleños. Entre conversa y conversa, después los dos se las dieron de “Toribio el náufrago”, tomando onces en el patio de la Escuela, sentados en un banco.

(Elisa) - A la hora de onces tuvimos la visita de nuestro pequeño amigo Francisco Vásquez Oteíza, hijo de la Sra. Nelly, luego llegó Gloria con sus hermanos chicos. Sonia y Mireya salieron a pescar como a las 7:00 de la tarde.

Pesca “milagrosa”

(Sonia) - Pescamos dos jureles grandotes, aunque no nos creen, pero así fue, se nos fueron dos anzuelos... ¡La emoción era tremenda!... Gritábamos de puro gusto cuando Mire sacó un jurel del “porte de un buque”...se fue el muy estúpido con anzuelo y todo. Estuvimos como 3 horas pescando, después llegaron: Pancho (el botero que nos trajo), Pelluco y Sergio, nos ayudaron a destripar los pescados.



Mireya sacó como tres pescaditos más y al fin nos vinimos. Mi compadre Tabo no fue, es un vulgar “Capitán Araya...” ¡No fueeeeee...! Ahora está durmiendo mientras las chiquillas juegan Ludo y el resto baila.

Conocimos la Playa El Palillo y fuimos a Pangal

Juan Fernández, Sábado 31 de Enero de 1970.- (Elisa) - Nos levantamos como a las 10:00 y después fuimos a comprar verduras y huevos a la casa de la familia Schiller, nos vendieron papas, después subimos hasta el final de la calle, cuya vereda está pavimentada y conseguimos que nos vendieran 2 repollos y huevos.

Almorzamos en casa, Sonia preparó un exquisito caldillo de pescado y pescado frito con ensalada de repollo.

Después de almuerzo fuimos a conocer la playa de El Palillo. En este lugar están instalados los neozelandeses en carpa. Es muy bonito pero no hay arena, solamente piedras. Seguimos avanzando hacia la punta donde estaban dos niños pescando, ahí nos instalamos a contemplar el mar y Pola, Tabo y Mireya también trataron de pescar. A ese lugar llegó en un bote inflable, la mujer rana Ilka, se colocó su traje y empezó a bucear, luego llegaron los argentinos y también se pusieron a bucear.

Como ya se nos estaba haciendo tarde y la marea estaba subiendo y como teníamos que pasar por un lugar muy angosto donde llegaba el agua y para arriba solamente roca, inmensamente alta, decidimos regresar para ir a Pangal. Nos acompañó Jorgito, hijo del Sr. Angulo que tiene restaurante, este niñito tiene como 5 años y se ofreció para llevarnos a Pangal ya que dijo que conocía el camino y que recién había ido.

Empezamos a subir por donde está ubicado el campamento, por un lugar bastante empinado. Jorgito subió corriendo, nosotras atrás muy afligidas. ¡ Y pensar que nos creemos “capos” en esto de subir cerros!
Caminamos con una llovizna bastante tupida, ya nos acostumbramos a estos chubascos, el tiempo variable no nos afecta.

Entramos a la Hostería de Pangal

Llegamos a Pangal y nos invitaron a conocer la Hostería. Tiene la forma de un barco, es muy bonito y agradable el interior, con música ambiental, un living y un comedor inmenso y muy acogedor, grandes ventanales con vista al mar. Todo de madera café oscura, casi negra, las mesitas del comedor estilo frailero, también de madera oscura y en todas ellas candelabros con 3 velas. En el centro está ubicada la cabina de mando de un barco que naufragó frente a la Bahía.

En el living hay una chimenea y una gran lámpara de fierro, también hay otra en el comedor. Conocimos la suite, con dos marquesas y dos veladores de madera oscura, tiene baño privado y una terraza, también con vista al mar.

El Tío nos presentó a una pareja de turistas con quienes viajó en el avión, estuvimos instaladas en el living y conversamos un rato con ellos. El mozo nos ofreció una bebida o si nos servíamos algo. Sonia le dijo que nos hacían “mal” las bebidas. Habíamos averigüado que éstas costaban Eº 4 c/u así que pedimos que nos trajera un vasito de agua de la llave. Cuando llegó el barman con el agua, creímos que era una atención de la casa, ya que era de color amarillo. ¡Grande fue nuestra desilusión! Era solamente agua, en ese lugar tiene ese color.

Regresamos porque se estaba haciendo tarde y Jorgito, nuestro pequeño guía, andaba sin permiso. Hicimos un alto en el camino donde hay varias higueras y nos dedicamos un rato a sacar brevas. Aquí ocurrió un “accidente” que Mireya va a relatar.

(Pola) - Como Mireya es muy “chaplina” no ha querido escribir nada, así que trataré de seguir yo con el relato: “Mireya llamó a Tabo para que le sacara una breva que estaba muy alta y Tabo fue a tratar de sacársela, estaba en lo mejor en su intento cuando se resbaló y fue cayendo de gancho en gancho hasta llegar al suelo donde había agua, así que quedó todo mojado”.

Después de este incidente seguimos caminando hasta la casa de Jorgito para que no lo retaran ya que andaba sin permiso. La señora estaba un poco asustada ya que Jorgito no llegaba, y ella no sabía donde podría estar. Según la señora, Jorgito no había ido nunca a Pangal, pero según nuestra opinión, debe haber ido varias veces, ya que se sabía el camino a las “mil maravillas”.

Nos festejaron con un bacalao a las brasas

Bien...,después de dejar a Jorgito nos vinimos a tomar unas ricas onces, cuando habíamos terminado, vino el profesor para decirnos que no saliéramos en la tarde ya que él con el Sr. Yáñez y el Sr. Vásquez, nos harían un “bacalao a las brasas”, a lo cual nosotras respondimos : - ¡Listo no más!
Mireya aconsejaba que lleváramos pancito en los bolsillos por si no nos gustaba el bacalao y no pasar por maleducadas, ya que el asado era una atención para nosotras.

Antes del asado fuimos al Retén de Carabineros, ya que el Cabo Contreras nos había dicho como tres veces que, por favor, fuéramos a registrarnos, ya que aquí llevan los carabineros un Registro de Turistas.

Enseguida de registrarnos como correspondía, nos vinimos nuevamente a casa para venirnos a comer el asado. Hay que reconocer hidalgamente que el bacalao asado es exquisito, comimos hasta quedar totalmente satisfechos (es decir, tiesos) y por supuesto, esto acompañado de un rico vinito. Cuando terminamos de comer, para variar, cantamos un rato.

Entre canto y canto el Sr. Sepúlveda nos contó la historia del Dresden y la de Eusebio.
Eusebio era el nombre de un burro que había aquí en la Isla hace muchos años atrás, era muy trabajador, ya que era con lo único que contaban para descargar los buques con alimentos para la Isla. Pasado un tiempo, cada vez que venía el barco, Eusebio se perdía y no lo podían encontrar. Cuando ya se iba el barco y los isleños habían hecho todo el trabajo, aparecía Eusebio muy campante y así todas las veces.

Y así... entre historias y cantos nos dio la hora de acostarnos, antes que me olvide, como este asado lo hicimos en familia, prácticamente el resto de nuestros amigos no nos pudieron acompañar, así que a cada rato venían a buscar a la Sonia, por lo que tuvo que pararse varias veces para ir a charlar con ellos.

Subimos al Mirador de Selkirk

Juan Fernández, Domingo 1º de Febrero de 1970.- (Pola) - En vista de que están todos tan flojos para escribir seguiré yo con lo acontecido este día. Nos levantamos, como de costumbre, un poco tarde, el profesor y el Sr. Yañez nos habían dicho que si el día amanecía despejado nos llevarían al Mirador de Selkirk. Según nuestra opinión, el día estaba más o menos, pero como a las 10:30 llegó el Sr. Sepúlveda a decirnos que nos llevarían al Mirador, nosotros dijimos: -¡Listo no más! Nos arreglamos rápidamente y dispuestos para emprender la marcha.

De pasadita pasamos por el Restaurante Las Palmeras, cuyo dueño es don Gilberto para que nos tuvieran almuerzo para la vuelta.



A las 11:30 comenzamos nuestro paseo al Mirador, el camino es un poco pesado ya que tiene bastantes subidas y en algunas partes está tan cubierto de árboles, arbustos, zarzamoras y maqui, que es totalmente húmedo, por lo que estaba bastante resbaladizo. Más o menos a mitad de camino hay una gruta con una Virgen del Carmen. El paisaje es algo realmente impresionante por su hermosura, es un paseo que ningún turista debe perderse, ya que es algo incomparable.



Llegamos la Mirador a las 13:20 horas. Arriba hay una plancha que está en inglés y dice más o menos lo siguiente:

“ En memoria de Alejandro Selkirk, que nació en Largo de Escocia y que el barco Cinq Port lo dejó aquí por 4 años en 1704 y en 1709 lo salvó el Barco llamado Buque y que vivió después hasta los 49 años de edad”.
Sarita le sacó una fotografía e esta placa, así que cuando la desarrollen, se puede copiar textual.

(Tabo) - Agrego a lo anterior: Esta placa fue hecha en 1869 en Valparaíso.

Relato inconcluso de Tabo de lo que les costó salir de Santiago

¡Bueno! ...como yo no puedo continuar con este relato, voy a resumir el viaje con Don Raúl (Don Robin): El viaje estaba estimado para el día 27 de Enero a las 14:00 horas, saliendo de Cerrillos, no se pudo viajar por mal tiempo en la isla... Continuando con esto del mal tiempo y fallas mecánicas del avión (chivas), pudimos salir el día 29 del mes recién pasado.
El día 28 fuimos citados a las 13:30 horas al Aeropuerto para salir a las 14:00 horas, después se postergó la salida para las 14:30 hora y así fue pasando la hora ..., y dándonos explicaciones Carmen (Secretaria de Taxpa), una de estas tantas explicaciones fue que el Avión había hecho escala en Rodelillo (Aeropuerto de Valparaíso) y traía un desperfecto en la Radio el cual se solucionaría en pocos minutos para poder salir a las 17:00 horas.

Después de tantas tramitaciones nos llevaron a tomar una “flor” de onces en el Restaurant del Casino del Aeropuerto, ya cansados de escuchar explicaciones nos unimos los seis pasajeros : un matrimonio y dos che (argentinos) para exigir una seguridad más concreta y una......

(Pola) - Bien...,siguiendo con el relato del día de hoy, estuvimos en el Mirador como hasta las 14:30 horas. La vista desde allí es muy bonita, por un lado se ve la Isla Santa Clara y La Punta, donde comienza la cancha de aterrizaje y justamente vimos aterrizar dos aviones Taxpa que según supimos venían con 12 personas hasta la Hostería de Pangal.

Iniciamos el descenso como a las 14:30 horas y llegamos donde don Gilberto como a las 15:30 horas. En la bajada hay que tener bastante cuidado, ya que hay partes
resbaladizas, pero como dije antes vale la pena el paseo.

Donde don Gilberto nos aseamos un poco ya que veníamos muy acalorados por la caminata y que además, el día estaba muy bonito. Una vez aseaditas nos dispusimos a almorzar, aquí también nos acompañaron el profesor y el Sr. Yáñez.

De almuerzo había:
1) Entrada : Empanadas de langostinos
2) Cazuela
3) Tallarines con carne
4) El postre de la Isla (que consiste en duraznos en tarro con crema)

Después de almuerzo vinimos a dormir un rato siesta, nos levantamos, tomamos onces y nos fuimos al muelle a pescar.

Nos invitaron a bailar a la Plaza

Cuando estábamos pescando, llegaron los chicos isleños a invitarnos al baile, ya que todos los Sábados y Domingos ponen un parlante en la Plaza y los jóvenes bailan de 21:30 a 23:30 horas.
Se fueron a bailar: Sonia, Elisa, Maruja y Sarita y les fue tan bien que no se perdieron ningún baile, mientras nosotros con Mireya y Tabo seguimos pescando.
Como a las 23:15 nos fuimos también a la Plaza, pero no alcanzamos a bailar nada, ya que tocaron solamente dos canciones y después cortaron la música porque eran las 23:30 horas.

Mientras estábamos en el muelle, estuvimos conversando con un caballero (Quelo Recabarren), que conocía a un amigo de Tabo que ahora vive en Santiago y nos ofreció que si era posible conseguir limones nos obsequiarían con un seviche de langosta.
Cuando terminó la música, conversamos un rato y nos vinimos rumbo a la Escuela para acostarnos.

Llevamos una semana en la Isla

Juan Fernández, Lunes 2 de Febrero de 1970.- (Maruja) - Con este día completábamos una semana en la Isla, por consiguiente dispusimos el día para lavar ropa, ya que nos estaban quedando muy pocas reservas. Cada integrante del grupo tomó sus “tiritas” y vamos “aperrados” lavando.

Yo me ofrecí para hacer el almuerzo, para variar: Caldillo de Bacalao, una ensalada de lechuga, papas con mayonesa con bacalao y “postre de la Isla”.

En la mañana Poli y Elisa salieron a recorrer la Isla en busca de verduras que son tan escasas, con tanta suerte que llegaron con lechugas, cebollas y porotos verdes. Después de almuerzo, algunos durmieron su respectiva siesta y otros continuaron con su lavado.

En la tarde fuimos al muelle a entretenernos con la pesca. Mireya es la más entusiasta con este “mini” deporte ya que pesca puros pejerreyes. En ese momento llega al muelle uno de nuestros amigos pescadores y nos lleva a dar una vuelta en bote. En alta mar nos encontramos con otro amigo pescador y nos vendió dos bellos ejemplares de langostas.

Sesión de cine, diapositivas y show artístico

En la noche tuvimos una sesión de Cine, ya que vino a la Escuela el Sr. Hernán Vásquez (Radiotelegrafista de la Armada), con una proyectora y todos los instrumentos para una proyección de diapositivas de la Isla y otras de la Isla Oscar Ramírez y del Faro Evangelistas de la zona sur del país.

Como eran tantas las diapositivas que tenía, dejamos pendiente otra sesión para el día miércoles.
Después de las diapositivas vino un “show artístico” ya que se encontraba don Francisco Vásquez, (también Radiotelegrafista de la Armada) y estos dos señores hacen un lindo dúo, cantan y tocan muy bien la guitarra. Luego se agregaron otros amigos isleños y nos pusimos a cantar todos juntos como hasta las 2 de la mañana, hora en que se fue cada uno a su respectiva casa.

El Sr. Vásquez volvió como a los 5 minutos después trayendo un par de colchones para Mireya, pero la chica Sonia como es tan “fresca” quería dejárselos para ella. También nos ofreció un par de frazadas para que ablandáramos nuestros duros colchones.

Extasiadas contemplamos el panorama



Juan Fernández, Martes 3 de Febrero de 1970.- (Elisa) - En la mañana salimos Sonia, Sara, Maruja y yo a caminar hacia el cementerio. Empezamos a subir el cerro por la parte más escarpada, es pura tierra dura y se desmorona, al ver esto Sara, se devolvió. Nosotras seguimos, encontramos el sendero y llegamos hasta la punta desde donde se divisaba la Bahía del Inglés, desde aquí arriba el mar se ve de una belleza que no se puede describir, en partes de un color verde calipso y el agua totalmente transparente, se ven las piedras en el fondo. Nos encontrábamos contemplando el mar cuando llegó el Tío, había subido por una parte más fácil, traía la máquina fotográfica y nos tomó una foto.



Como ya era la hora de almorzar, regresamos. Nos comimos ¼ de langosta cada uno, papas con mayonesa, lechugas, pancito amasado y harto vinito blanco. En esto estábamos cuando vinieron Chirico y Tunga a buscarnos para ir a la Plazoleta del Yunque. Antes había llegado Don Exequiel Recabarren, hermano del Tunga, quien le traía a Tabo una langosta de regalo, venía calientita, además traía una taza de mayonesa. -Está calientita - dijo - para que se la sirvan al tiro.
Luego de servirnos una agüita partimos, Sonia, Maruja, Mireya y yo al Yunque, queríamos hacer un reconocimiento de la zona ya que nuestra intención es subir el Cerro Yunque.

Mientras las chiquillas iban al Yunque

(Sara) - Según la opinión de don Exequiel y del Tunga, las chiquillas no van a llegar nunca a la cumbre del Yunque porque las vieron cuando subieron en la mañana y comentaron que caminando de la manera como lo hacen ellas, la cosa no resulta. Creo que va a ser una “misión sumamente difícil”, eso de hacer el Yunque.

Después que se fue don Exequiel, Pola, Tabo y yo fuimos a comprar carne donde don Hermógenes. La casa queda ubicada en un callejón frente a Las Palmeras, hacia la derecha. Por supuesto que llegamos tarde, como de costumbre, quedamos sin fichas y tuvimos que esperar que repartieran toda la carne para ver si nos quedaba algún “piacito” como dice Dioni. Nos conformábamos aunque fuera con un pedazo de “tungo” o de costilla. Tratamos de convencer al hijo del carabinero que estaba controlando la venta para que nos consiguiera con su papá, pero todo fue inútil porque el cabro no quiso. Al final cuando ya quedaban como tres pedazos, el carabinero le dijo a Tabo que sacara uno de ellos. Nos tocó uno bien chiquito que sirve como para cazuela o carbonada, pero en fin, “peor es nada”.

Cuando regresamos a la Escuela, el Tío ya había llegado de la casa del señor Vásquez donde había ido a almorzar. Leímos un rato las revistas que trajo el Tío y después dormimos la siesta esperando que llegaran las chiquillas de su excursión a la Plazoleta del Yunque.

Relato del intento de ascender el Cerro Yunque

(Elisa) - La llegada a la Plazoleta del Yunque fue fácil, se sube por el camino donde está ubicada la casa de doña Blanca Luz Brun. Aquí nos encontramos con el gringo que está en la casa de la escritora y que se disponía a salir a caballo con otro chiquillo. El Tunga le pidió el caballo y subió en él porque andaba con el tobillo zafado.

Como dije anteriormente, la llegada a la Plazoleta es fácil, en este lugar hay una casa que creo pertenece a un hermano de Charpentier. Nos sentamos a descansar en unos troncos y decidimos continuar el camino hasta el Camote.

Nos internamos por un sendero cubierto de zarzamoras, llegamos a un bosque de una gran variedad de árboles: canelos, naranjillos, lumas, maquis, palmillas y gran variedad de helechos, siendo las más bonitas unas enredaderas (lianas, quizás...) que subían por los troncos de los árboles y que daba la impresión de que crecían en los mismos troncos.

Dejamos el caballo donde había una vertiente, último lugar donde hay agua, y empezamos el ascenso por un sendero cubierto de vegetación. Grandes hojas de palmillas cubrían el camino, había que abrirse paso apartándolas con las manos, al mismo tiempo servían de apoyo.

Porrazos y resbalones ya eran rutina para nosotras

Jamás me hubiera imaginado que escalaría un cerro usando las plantas y raíces de los árboles en lugar de cuerdas y piolet. Cuando atravesamos por un tronco caído tapizado de musgo y muy húmedo, Maruja y Chirico perdieron el equilibrio y cayeron de una altura considerable encima de las plantas. Más fue el susto... pero Maruja cayó enterrándose en una mata de zarzamora. Chirico - decía -maldito sea el gringo que trajo la zarzamora a la Isla. -Fue el bisabuelo de los Charpentier.

Este fue el primer percance que sufrimos. Más arriba, al tratar de apoyarme de una rama, ésta se desprendió del árbol y pensé que se me caía encima con gran estruendo. Afortunadamente como hay tantos árboles, la rama quedó sujeta en otras. Ya nos estábamos cansando de caminar por la humedad tan grande, el suelo totalmente mojado y en muchas partes mucho barro, los resbalones ya eran rutina para nosotras.

Sonia iba adelante, “mi comadre jamás le afloja”, seguida de Maruja, Chirico y yo, Tunga y Mireya. Caminamos desde las 15:15 horas hasta las 17:30, hora en que llegamos al portezuelo que queda a los pies del Cerro el Camote, a la izquierda está el cerro la Damajuana.

Era peligroso subir cualquier cerro, decidimos regresar

Aquí se me quitaron todos los deseos de subir el Yunque, desde aquí arriba se ve impresionante, una pared vertical de 800 mts, cortado a pique por ambos lados. Se sube por una arista tan angosta que según los isleños solamente hay lugar para un bototo.

Cuando llegamos al portezuelo empezó a bajar la neblina y el espectáculo al otro lado del cerro no alcanzamos a verlo y empezó a taparse el Yunque y el Camote.

La vista de este último cerro es realmente impresionante, totalmente vertical y con la forma de un picacho, semejante a una foto que hay en el Club de una roca terminada en punta. La ascensión de este cerro se hace por el otro lado, pasando por un sendero cubierto de vegetación y muy angosto.

Como hacía mucho frío, andábamos con poca ropa y con las zapatillas totalmente mojadas, decidimos regresar y no intentar el Camote. Antes de irnos Maruja y Sonia grabaron en la roca el nombre del Club Pamir y nuestras iniciales, además, nos tomamos una foto. ¡Ojalá, salga buena!... y se pueda apreciar el cerro.



Empezamos el descenso a las 18:00 horas, llegamos a la Plazoleta como a las 20:15 o 20:30, después de darnos varios porrazos y resbalones. Yo siempre he dicho que “es más fácil subir que bajar”. Sonia y Maruja llegaron primero, luego nosotros y después Mireya y Chirico a quienes tuvimos que esperar.

Llegamos a casa y luego de lavarnos y cambiarnos ropa, nos tomamos un rico refrigerio. Enseguida empezaron a llegar las visitas que nunca fallan y empezamos a cantar, un chiquillo tocaba la guitarra. Cantaron varias canciones de la Isla y copiamos la letra (van en otra página).



Entre las visitas estaban: Hernán Vásquez, Chirico, Tunga, Dennis González, Charpentier, Gloria y Luisa De rodt y otros chicos que no sé como se llaman.
Nos acostamos a la 1:00 de la madrugada.

El Tío es el único que llegó a la Bahía del Inglés

Juan Fernández, Miércoles 4 de Febrero de 1970.- (Sara) - Nos levantamos como a las 9:00 horas, y después de bañarnos y tomar desayuno, fuimos como todos los días a comprar al almacén de la Eca: harina, manteca, aceite, sal, etc. Llevamos la harina y la manteca a casa de Gloria para que nos hiciera el pan. De los 5 Kg de harina salen 20 panes grandes que no nos alcanzan a durar dos días, a este paso, yo no sé cómo vamos a llegar a Santiago de gordas.

El tío Raúl fue a la Bahía del Inglés donde se encuentra la cueva que habitó Robinson Crusoe, se fue caminando y se demoró como 3 horas y “se cree la muerte”. Mireya y Tabo fueron al muelle a pescar y llegaron con 8 pejerreyes, los cuales comimos fritos, estaban exquisitos.

Preparamos el almuerzo en casa que consistió en: Entrada de langosta con mayonesa y lechuga, Cazuela de vaca con porotitos verdes.
El viaje a la Bahía del Inglés que habíamos programado, fracasó por no encontrarse disponible el bote de Don Rino que nos iba a llevar.

Nos creíamos “hippies” hilando collares de semillas

Como a las 3:00 de la tarde fuimos a pasear al Palillo donde nos dedicamos a sacar semillas de higuerillas para hacernos unos lindos collares. Nos acompañó Hernán Vásquez, radiotelegrafista de la Marina.



Después de sentarnos en las rocas a pelar las semillas y Mireya y Tabo, como de costumbre, se pusieron a pescar, claro que no les fue muy bien porque no pillaron ningún pejerrey, menos mal, porque ya nos estamos cansando de comer tanto pescado.
Nos comimos los duraznos que habíamos llevado a la playa y como se puso muy helado porque empezó a lloviznar, regresamos a la Escuela.

Hernán se consiguió un bacalao que lo hicimos asado a las brasas, con una ensalada de lechugas. Y “salimos a comer afuera”..., al patio de la Escuela.
Después de comida llegaron nuestros amigos y salimos a cantar a la “rampa” que hay en la playa, pero hacía tanto frío que volvimos a la Escuela.
Hicimos una fogata en el patio y allí estuvimos hasta que apagaron la luz en el pueblo. Nos acostamos y nos dormimos agotadas de tanto reírnos del “tarrito” de la Mireya.
El Tío y Tabo se quedaron conversando y riéndose con Hernán hasta las 2:00 de la mañana.

Madrugamos para ir a la Bahía del Inglés

Juan Fernández, Jueves 5 de Febrero de 1970.- (Sara) - Hoy día madrugamos ya que teníamos planeado un viaje en bote a la Bahía del Inglés, a las 9 de la mañana, pero nuestro sacrificio fue en vano, porque Pancho tuvo que ir a Pangal y nosotras nos quedamos con “los crespos hechos”. Tratamos de contratar otro bote, pero fue inútil.

Volvimos a la Escuela y comenzamos a hilar los collares para llevarlos como regalos al continente. Llegaron unos chiquillos que se hospedan en Pangal a convidarnos a una fogata que van a hacer allá, pero seguramente no vamos a ir porque queda muy lejos y el camino es peligroso en la noche.
Pancho vino a avisarnos que estaba listo el bote a las 14:30 horas para llevarnos al Inglés.

Fuimos a almorzar donde don Jorge Angulo. Había: Empanadas fritas de queso, Vidriola escabechada con ensalada de lechugas y papas. Postre de la Isla: Duraznos con crema y mermelada.

Otro intento frustrado para ir a la Bahía del Inglés

Enseguida nos fuimos al muelle ya que Pancho nos iba a llevar a la bahía, pero se levantó un viento tan grande que era muy arriesgado ir, porque desembarcar en el muelle del Inglés es muy peligroso, y con este viento es peor, así que Pancho dijo que era mejor que no fuéramos.

En vista de esto nos vinimos a dormir siesta como hasta las 19:30, a esa hora nos levantamos a tomar el té. Después del té nos pusimos a jugar un partido de básquetbol, estuvo de lo más entretenido, lo único malo fue que por el equipo que jugaba yo, perdimos por 38-40, pero fue un regio ejercicio, ya que habíamos estado todo el día descansando y eso parece que da más flojera. Terminado el partido nos entramos ya que el viento era insoportable.

(Sara) - El Tío acaba de llegar cargado de hojas de helecho, lianas, etc. Fue a pasear a la Plazoleta del Yunque donde hay abundancia. En este momento estamos escuchando un disco de Eydie Gormé rodeados de nuestros amigos: Dennis, Tunga, Hernán, etc. Mireya escribe una carta. Hernán le trajo un colchón al Tío, va a dormir como un rey, “pichito” como dicen los isleños.
Mañana parece que al fin vamos a conocer la Bahía del Inglés, aunque esté malo el mar nos van a llevar en el bote de don Rino a las 9:00 de la mañana.

(Pola) - Mientras las chiquillas conversan con los chicos de la Isla, Tío, Hernán, Tabo y yo nos pusimos a jugar brisca. Tío y Tabo se fueron de compañeros y Hernán conmigo. ¡Les dimos la tanda! Cuando cortaron la luz seguimos un rato con vela, hasta que se fueron los chicos, después nos acostamos, es decir hoy día no hubo sesión de canto.

Como a la hora que nos habíamos acostado, pasaron unos “niños” cantando esta canción de la Isla :

La Isla de Juan Fernández (Coplas)

La Isla de Juan Fernández
sus cerros con sus bahías
aquí se arriesga la vida
por ver si algo no gana
por eso que en Juan Fernández
la vida no vale nada.

Ya voy cruzando vereda
del bar para la cabaña
a las cuatro de la mañana
por esa calle a lo largo
vengo cantando y gritando
no quiero que me hagan caso.

Ya voy cruzando la esquina
camino que va hacia el Yunque
el cerro del Damajuana,
el Yunque nos mira al frente
para ver si alguien lo escala.
¡No subas duras montañas!

Camino de la minera
la sierra de Juan Fernández
detrás de aquella lomita
vive mi amigo González
allí me quedo, paisano
esa es mi tierra adorada.

Después se fueron a cantar un poco más allá de la Escuela. Como pasaron justo cuando me estaba quedando dormida, me despertaron y después no me podía quedar dormida y menos todavía, pues me dieron unas “ganas de levantarme”, que no me quedó más remedio que hacerlo, como me sintió la Mireya, para variar, también se levantó. Después de eso...¡Por fin ! .. Me quedé dormida.

De nuevo por mal tiempo no iríamos a la Bahía del Inglés

Juan Fernández, Viernes 6 de Febrero de 1970.- (Pola) - Tío Raúl se levantó tempranito para ir a ver si nos podían llevar a la Bahía del Inglés, como nos había prometido don Rino, pero desgraciadamente el tiempo está muy malo, así que le dijeron que no podía salir la lancha, en vista de eso nos dejó que siguiéramos durmiendo, así que nos levantamos bastante tarde.

Después de desayuno y que las chiquillas hicieron el aseo fuimos al cementerio, Sarita le sacó una diapositiva a la tumba de los caídos en el Dresden.

Después de nuestra visita al Cementerio nos vinimos a la Escuela y las chiquillas siguieron hilando sus collares de Higuerillas. Como a las 13:20 horas nos fuimos donde el Sr. Angulo a almorzar. Este consistió en : Entrada de porotitos verdes con huevo y cebolla y enseguida, “Perol de langosta” que es una carbonada de langosta, el Postre de la Isla y Agüita de boldo.

Historia de los Charpentier en la Isla

Terminado el almuerzo salimos a caminar hasta la Quinta Charpentier en busca de Mario, para que nos vendiera algunos objetos de “chonta”. Este joven no estaba y nos pusimos a conversar con la mamá quien nos contó un poco la historia de los Charpentier.

Nos contaba que el primer Charpentier (nacido en el país), que llegó a la Isla era muy “pat’e perro”, pues se lo pasaba viajando y recorriendo mundo. Este señor era casado con una señora española de apellido Martínez García (nacida en Alicante) quien lo seguía en todas sus correrías, poseían un barco llamado Rapa-Hora así que no tenían problemas de movilización. Tuvieron 10 hijos nacidos en distintas partes del mundo, llegaron a esta Isla porque el barco se les incendió cerca de estas costas y tuvieron que desembarcar aquí. Se quedaron un tiempo por estos lados y después se fueron a Viña, pero al poco tiempo regresaron nuevamente a la Isla y aquí se quedaron y fundaron sus hogares.

- Le preguntamos a la señora, más o menos, ¿En qué año habría sido esto? - Pero nos respondió - que no tenía la menor idea.

Mireya le preguntó a la señora - si tenía alguna naranjita que le vendiera - pero la señora dijo que esos árboles no pertenecían a su casa, así que no tenían, pero que le podía traer unas papayitas.
Nos trajo como 10 o 12 y no quiso cobrarlas. Nosotras estábamos felices con el rico olor y el postre que tendremos mañana.
Nos despedimos de la señora dándole las gracias y partimos hacia la Plazoleta del Yunque, este lugar es muy bonito, estuvimos haciendo inscripciones en los árboles y Sarita y Maruja sacaron algunas fotografías.

Una tranquila tarde en casa

Como hacía mucho viento, decidimos regresar y llegamos a la Escuela como a las 17:15 horas. Maruja sigue hilando collares, Sarita le está copiando letras de canciones montañeras a Gloria, Sonia escribe su diario, Elisa está sentada a mi lado contemplándose su alergia.

Tabo que se “achaplinó” de subir con nosotros llegó recién y nos cuenta que conoció a la Sra. Blanca Luz - dice - que iba pasando y estaba en la puerta, lo saludó y lo hizo pasar. Conversaron un rato, le mostró unas fotografías de cuando era joven y comenta que era muy buenamoza, pero además - dice - que la encontró medio “locateli” por las preguntas que le hizo.

Mireya está sentada sin hacer nada y Tío Raúl está durmiendo, ya que llegó un poco “embolinado”, pues se quedó donde el Sr. Angulo con los hermanos Chamorro y parece que le “hicieron mucho cariño”, así que dijo que iba a dormir un rato porque a la hora del té tenía un compromiso.

(Elisa) - Sonia y Mireya salieron a comprar un pedacito de queso donde el Sr. Angulo, para la hora de onces ya que nos están aburriendo los huevitos revueltos.

(Sara) - Pola se alimenta mientras tanto con pancito con sardinas.

(Pola) - Sonia y Mireya consiguieron un pedacito de queso y un poquito de mantequilla, así que pudimos variar un poco en la hora del té.

Como ya es tarde y la Eca no la abren hasta el lunes y como nos quedamos sin pan, parafina, confort y azúcar, tuvimos que ir a la casa del Sr. de la Eca para ver si nos podía vender. Resulta que este señor no estaba en su casa y la señora - nos dijo - que podía estar en la oficina, así que nos dirigimos hacia allá. Felizmente lo encontramos, así que nos vendió de todo lo que necesitábamos, por lo que quedamos tan contentas.

Nos vinimos a la Escuela y nos pusimos a charlar hasta que llegaron nuestros amigos isleños. Héctor Vásquez nos dio diapositivas de Punta Arenas y nos “repetimos el plato” con las de la Isla. Cuando Tabo fue a soltar la ampolleta para pasar las diapositivas, se le quebró la ampolleta, así que nos quedamos sin luz. Felizmente, Hernán tenía en su casa, una chica, así que la fuimos a buscar. Cuando volvimos las chicas estaban listas para ir a la Cabaña a tomarse un traguito.

A medianoche salimos a “echar una canita al aire”

(Elisa) - Partimos después de las 12:00 horas, ya habían apagado la luz, llevamos linternas y fuimos muy abrigadas porque estaba lloviznando y había mucho viento. Había varias personas en “La Cabaña de Robinson”, entre ellos estaba, el sargento de Carabineros con su esposa, nos saludaron muy atentos.

Nos servimos 18 bebidas entre seis, es decir, 2 Paps y 1 pilsener cada uno y galletitas. Nos contaban los chiquillos que en ese local se hacen regias fiestas para la Pascua y el Año Nuevo, se reúne todo el pueblo aquí.

Para variar, le preguntamos a Chirico por qué sus antepasados se habrán venido a la Isla. Nos contó que su bisabuelo, el Sr. Schiller era un refugiado pero no sabía el motivo por el cual se había venido precisamente a esta Isla, pero sí sabía que era de una familia de pescadores. La misma consulta a “Cote”, José Ampuero Recabarren, su madre es isleña, pero él nació en Chiloé y cuando tenía 2 años se vinieron a la Isla, nos contó que sus antepasados eran colonos y también pescadores.

Nos prometieron vendernos langosta para el día que nos vayamos, no es problema el que haya mal tiempo y no puedan salir al mar, porque las langostas las tienen en los portátiles o viveros acá en la Bahía.
Después de escuchar discos y servirnos nuestras bebidas, nos vinimos a la Escuela como a las 2:00 de la mañana.

(Sara) - Corría un viento que casi nos volaba, así que seguramente va a amanecer malo el mar y no vamos a poder ir a la Bahía del Inglés.

Mejor olvidarse de la Bahía del Inglés

Juan Fernández, Sábado 7 de Febrero de 1970.- (Pola) - Nos levantamos como de costumbre, tarde. Nuestro viaje a la la Bahía del Inglés, para variar, no se pudo efectuar, ya que debido al tiempo con mucho viento, no se podía ir ni en bote ni a pie.

Como estamos un poco mañosas para comer, hicimos almuerzo nosotros, carne al jugo con ensalada de porotos verdes y papas fritas. ¡Estaba rico!



Chirico, Sara, Elisa leyendo la revista Rítmo y Tunga

En la tarde con Nano Vásquez, Chirico y Cote, nos llevaron a la “falda larga”, nosotros habíamos estado en ese lugar el segundo día que llegamos, pero como no sabemos los nombres de todos los lugares, no teníamos idea que lo conocíamos. La verdad es que tiene el nombre muy bien puesto, ya que parece efectivamente una “maxi falda”. Volvimos a la Escuela, tomamos el té y después nos fuimos a bailar a la Plaza.

Cuando terminó el baile fuimos donde don Angulo a tomarnos un cortito, llevamos la guitarra y para variar otro poquitito, nos pusimos a cantar y a “pasar la rabia”. Como a la 1:45 horas nos vinimos a la Escuela. Aquí yo me vine a acostar y las chiquillas se quedaron en el patio cantando.

(Sara) - Donde Don Angulo estaban Ilka y dos amigas y también un grupo de pescadores. Nos acordamos del banderín (del Pamir) que le habíamos prometido a Don Jorge y fuimos a buscarlo a la Escuela. Regresamos al Restaurant y después de firmarlo, se lo entregamos con gran ceremonia y le pedimos que lo pusiera en un lugar muy visible para que todo el mundo viera hasta donde han llegado estas socias del Club Pamir.



Estaban con nosotros Cote, Tunga, Dennis y Nano. Seguimos cantando canciones montañeras, de la Isla, folklóricas, “coléricas”, etc., uniéndose también al canto Ilka y sus amigas. Empezaron a tocar una cueca y Maruja salió a bailar con uno de los pescadores. ¡Lo hizo muy bien!

Hoy día llegó el Piloto Juan Fernández

Juan Fernández, Domingo 8 de Febrero de 1970.- (Pola) - Para qué hablar de las levantadas, cuando ésta es como todos los días. El día está esplendoroso, con un sol radiante y nada de viento. Estuvimos conversando parte de la mañana, por aquí y por allá, fuimos a dar unas vueltecitas y terminamos en la Cabaña de Róbinson tomándonos unas bebiditas y “pilsencitas”.



Almorzamos donde don Angulo: Empanaditas fritas de pino y Guatitas al jugo. A pesar del calor sofocante, pedimos que nos pusieran la mesa en la terraza para poder ver la llegada del Piloto Juan Fernández. Ya era tanto el calor, que tuvimos que ir con Sonia a buscar las chupallas para protegernos un poco.

La llegada del Piloto es algo realmente emocionante, ya que toda la gente de la Isla se congrega en el muelle para ver la llegada y recibir las cosas de alimento y cigarros que vienen en el buque.

A todo esto, Tío Raúl había salido en la mañana como a las 10:00 horas a dar una vuelta y dijo que lo más probable era que iría al Centinela y si era así no llegaría a almorzar temprano, por lo que deberíamos dejarle un papel en la Escuela diciéndole donde habíamos almorzado, para poder ir cuando llegara. Como no llegó supusimos que estaría camino del Centinela.

Quisimos subir a bordo del Piloto Juan Fernández

Terminados de almorzar nos fuimos al muelle a ver si podíamos llegar hasta el Piloto y conocerlo por dentro. Hablamos con uno de los jóvenes de la lancha para ver si nos llevaban hasta allá. Nos dijeron que bueno, pero que no nos traían de vuelta, por lo tanto, Hernán ofreció el bote de la radio para llegar hasta él. El bote es más o menos chico, así que Sara y Elisa no quisieron ir.



Nos subimos al bote y éste hacía tanta agua que tuvimos que pedir unos tarritos para poder írsela botando. Como nadie más que Hernán sabía remar, no alcanzamos a llegar al Piloto, porque iba muy cansado y estuvimos al garete como 15 minutos, hasta que finalmente una lancha nos remolcó hasta el Piloto. A todo esto, Tabo se mareó en el bote y el “pobrecito” iba realmente mal. Cuando subimos al buque tuvieron que ayudarlo de lo mareado que estaba. Arriba del Piloto no se le pasaba nada con el movimiento, así que no pudo disfrutar del viaje.



Nosotros entretanto fuimos a conocer los camarotes, la maquinaria y todo lo interesante que tiene la goleta, después subimos a hablar con el Capitán y ahí estuvimos charlando un buen rato. Nos contó que casi no conocía la Isla, porque éste era su segundo viaje y que antes había sido capitán de un barco mucho más grande, no recuerdo el nombre, que hacía viajes dentro del país y al extranjero, que había estado varias veces en Europa y que por lo tanto, ya no le llamaba la atención, viajar.



Mireya le preguntó si llevaba algo de fruta o verdura que nos vendiera y yo le pregunté por cigarrillos. - Dijo - que de fruta lo único que traía eran unos duraznitos que gentilmente nos obsequió y una cajetilla de Hilton, ya que no traía más.

Como tendríamos problemas viajando en el bote, Hernán le pidió a una lancha que nos remolcara hasta el muelle. Felizmente aceptó, así que no tuvimos problemas para el regreso y llegamos sin novedad al muelle. Ahí nos encontramos con Chirico que nos ofreció darnos una vuelta en lancha por la bahía, nosotros le dijimos que encantados, así que fuimos a tomar tecito y a ponernos pantalones, ya que andábamos en short.

Chirico nos llevó a dar una vuelta por la bahía, mar afuera

Como a las 19:30 horas nos fue a buscar Chirico, nos fuimos enseguida al muelle y ahí nos embarcamos. Fuimos a dar una vuelta y Chirico y Tunga nos preguntaron si queríamos ir a pescar bacalao. Nosotros - le dijimos - que encantados.



Así que nos llevaron al Manzano, tiramos los anzuelos que son varios juntos unidos por una sola lienza nylon, así que cuando está buena la pesca, de una sola tirada, pueden pescar como 8 o 10 bacalaos. Esta misma lienza les sirve para sacar las trampas de las langostas que tienen que estar al fondo del mar, ya que es allí donde se cazan. Nos aclararon que ellos no eran pescadores, sino que “cazadores” de langosta.

Bien, en la pesca nos fue bastante mal, ya que no pescamos absolutamente nada, Chirico nos dijo que nos llevaría al Guindo para ver si teníamos más suerte y pescábamos algo. Fuimos para allá, de nuevo tiraron los anzuelos y nuevamente nos fue mal, ya que no pescamos absolutamente nada.

A todo esto, Tabo de nuevo se había mareado y estaba tan mal que le decía a Chirico que, por favor, nos volviéramos y que mañana fuéramos de nuevo a pescar. En vista de eso y como nos fue mal en la pesca, nos devolvimos, pasando antes por Pangal.

Estuvimos conversando con la mamá de Dennis


Sonia, Dennis y Elisa

Una vez que llegamos a la Escuela, las chiquillas decidieron ir a la Quinta Charpentier, para ver si podían encontrar algo de chonta. Como Tabo se sentía mal, se acostó, así que yo también me fui con las chicas, ahí conocimos a la mamá de Dennis y a
Polo.
¿Será Polo el actual alcalde de Juan Fernández,
Leopoldo González Charpentier?

Estuvimos conversando un buen rato, nos contó que Dennis pintaba muy bonito y que tenía varios cuadros. Conocimos también a un hermano de Leoncho que es también inmenso de alto y que estaba de visita, ya que vive en Valparaíso.

Bien, después de un buen rato de charla, le dijimos que nos iríamos pasado mañana y como eran más de las 23:00 horas y Leoncho iba hacia la Plaza, nos vinimos con él y Pola, se comportó de lo más dije ya que nos conversó y le echó tallas a la Sonia, Nos contó también que posiblemente se viniera a Santiago e ingresaría al Cuerpo de Carabineros.

Empezamos a echar de menos al Tío

Llegamos a la Escuela y nos encontramos que Tabo se había levantado, ya que no estaba y que al parecer Tío Raúl no había llegado de su excursión, así que nos empezamos a preocupar, fuimos a la Plaza a ver si los veíamos por ahí, nos encontramos con Tunga, Cote, Chirico y Dennis y les preguntamos si lo habían visto, - nos dijeron - que no.

Dimos una vuelta por la Plaza y... ¡Nada!... Finalmente nos encontramos con Tabo y Hernán y les preguntamos si habían visto al Tío y ... ¡Nada! Cote y Sonia fueron a verlo a la Cabaña de Robinson y... ¡Nada! Hernán y Tabo fueron a Las Palmeras e igual resultado. Ahora sí que ya estábamos todas sumamente preocupadas, ya que el Tío cuando sale, siempre llega temprano, así que pensábamos que le podía haber pasado algo.

Sumamente preocupados, organizamos una patrulla de rescate

Nos fuimos nuevamente a la Escuela y se organizó una patrulla de varones para ir al Centinela a buscarlo. Se fue a avisar a Carabineros que saldrían a ese lugar... y partieron con una lámpara Petroman, una mochila con un chalón, agua, sandwiches y chalecos para el Tío, ya que andaba solamente en mangas de camisa.
Partieron como a las 12:30 de la noche y quedamos en que si el Tío regresaba, haríamos una fogata en la “Rampa”.

En la patrulla iban: Hernán, Tabo, Sr. Sepúlveda, Sr. Yáñez, Tunga, Chirico y Cote. Nosotras las mujeres nos quedamos en la Escuela con Dennis.

Regresaron como a las 4:30 de la madrugada sin ninguna novedad, ya que no lo pudieron encontrar. Pasaron al Pangal a ver si lo habían visto por ahí, pero también el resultado fue negativo. Nos acostamos para salir de nuevo en la mañana con destino al Francés donde se creía que estaría el Tío.

Seguimos buscando al Tío

Juan Fernández, Lunes 9 de Febrero de 1970.- (Pola) - Como a las 8:00 de la mañana vino la Sra. Tina a avisarnos que se habían comunicado desde Pangal diciendo que el Tío se encontraba allá y bien, respiramos tranquilas y seguimos durmiendo.

Como a las 9:30 de la mañana la Sra. Tina mandó a buscar a dos personas para que fueran “urgente” a hablar con ella. Fue Sonia y Elisa y ahí - les dijo - que no era efectivo que estaba en Pangal, que solamente de ahí se veía una bandera blanca en medio del cerro, lo cual ellos creían que indicaba que el Tío estaba allí. Pero desgraciadamente era una falsa alarma, ya que los chicos - dijeron - que ellos habían puesto esa bandera en ese lugar, hacía varios días.

Ahora teníamos una buena pista

Comenzó entonces a organizarse una patrulla para salir en busca del Tío, cuando en eso - nos dijeron - que lo habían visto en la mañana del domingo camino de la Plazoleta del Yunque con don Pedro Charpentier. Se ubicó enseguida a este caballero para ver si esto era efectivo, como era así, en realidad, se comenzó a organizar patrullas para ir a la Plazoleta en su busca. Sonia y Elisa fueron a dar cuenta a Carabineros y partieron todos hacia la Plazoleta.

Nos quedamos en la Escuela, Mireya y yo. Como a las 11:00 de la mañana llegaron corriendo Sonia y Elisa a decirnos que ya se habían comunicado con el Tío, es decir, se sabía donde estaba, les pidió a las chiquillas que no se acercaran, Sonia le preguntó si se sentía bien, y el Tío no le contestó, por lo que nosotros creíamos que se encontraba malherido.

Sonia fue a Carabineros nuevamente para decir que lo habían ubicado y que llevaran una camilla y partieron nuevamente con Elisa al rescate y nosotras con Mireya nos quedamos en la Escuela en espera del regreso.
Con Mireya hicimos algo de almuerzo para entretenernos en algo y la espera se hiciera menos angustiosa.

El Tío regresó como un héroe


Como a las 13:30 llegó Chirico que andaba en el rescate a caballo y dijo que ya habían ubicado al Tío, que estaba muy bien, solamente con la ropa destrozada por la zarzamora, pero que no tenía ninguna lesión, que mandaba a pedir ropa, pues se pasaría a bañar donde el Sr. Yáñez.




(Elisa) - A la Sonia le dió tanta rabia ver al Tío “muy campante” bajando a pie, sin ayuda, acompañado por todos los chiquillos que lo trataban como a un “héroe” y le echaban tallas, decían - Profesor, se sacó puros siete - al ver sus pantalones hechos jirones y venía saludando a las personas que lo esperaban en la calle para verlo pasar, que dimos media vuelta y regresamos a la Escuela sin saludarlo.

(Pola) - Llegaron las chiquillas y los chicos y todos estábamos felices, ya que al Tío no le había pasado nada. Esperamos un poco para almorzar. En vista que no llegaba... empezamos a almorzar y cuando estábamos en lo mejor..., ¡Llegó el Tío! Se le veía bastante pálido, le preguntamos si tenía hambre, ya que había pasado más de 24 horas sin comer nada y prácticamente sin beber. Nos contó que había encontrado una especie de vertiente, pero que caían sólo unas gotitas de agua, así que casi no tomó nada.

Le servimos el almuerzo y aunque no tenía “nada de hambre”, se sirvió de todo, se repitió el plato, le ofrecimos un par de huevos y también aceptó, por lo cual nos convencimos plenamente de que “no tenía apetito”. Tampoco, por supuesto, traía sed, preguntó si había algo de vino, le pusimos en la mesa un poquito que quedaba en una botella y cuando lo acabó, se paró calladamente y fue donde Don Angulo a comprar más.
Cuando volvió de donde Don Angulo, venía “coloradito”, ya que se había encontrado con el Capitán y le había ofrecido un aperitivo que él aceptó.

Nos contó cómo se perdió y no pudo regresar

A todo esto, nos había contado que subiendo en lo mejor en la Plazoleta hacia arriba, iba haciendo marcas en el camino para no perderse, cuando de repente, quiso volver y no supo por dónde. Esto le pasó como a las 15:00 horas, estuvo dándose vueltas como hasta las 18:00 horas, tratando de encontrar el camino, y...¡Nada!... Ya se sentía muy cansado, así que buscó una macetita, se hizo una cama de hojas y se puso a descansar esperando el nuevo día para tratar de seguir buscando un sendero por donde poder bajar.

Después de muchas tallas, dimos por finalizado el almuerzo y se acostaron a dormir siesta, menos Sara, Elisa y yo que nos quedamos en pie. Elisa se lavó el pelo, yo me puse traje de baño para tomar un poco de sol, ya que estaba muy “blancucha”.

Nos pidieron que confirmáramos el viaje de regreso

Como a las 6:00 de la tarde vino una de las hijas de Don Rino, pidiéndonos que, por favor, fuéramos a confirmar el viaje de regreso. Nosotras le preguntamos si había alguna posibilidad de aplazarlo y nos dijo que sí, que se podía para el 15. Fuimos a despertar a los dormidos y les dijimos esto, vimos los pro y los contra y decidimos mantener nuestra vuelta para el día 10.

Tabo y yo nos fuimos a bañar, pero nos dimos un bañito corto, ya que el agua estaba un poco helada. Las chiquillas fueron a la Quinta Charpentier a conseguirse algunos limones, ya que haríamos en la noche y como despedida, un seviche de bacalao.

Hernán trajo el bacalao, lo destripó, le sacó las espinas, trajo una bandeja y una máquina de moler carne y se fue a la radio, ya que tenía turno a las 20:30 horas.
Nosotras preparamos el seviche y lo dejamos que se pasara. Entretanto había venido Henry con un papelito de Don Rino en el cual decía que nos iríamos en dos aviones: cuatro tendrían que irse a las 7:30 de la mañana y los cuatro restantes a las 2:00 de la tarde. Sonia, Elisa, Sara y Maruja se irían en la mañana y el resto en la tarde.

La despedida con nuestros amigos: un rico seviche de bacalao

Hernán trajo nuevamente la lámpara Petroman, la pusimos en el patio, sacamos unas mesas y unas sillas y quedó todo listo para servirnos el seviche. Dimos comienzo a esto como a las 11:00 de la noche. Estaban todos los chicos amigos de la Isla ... más la Gloria y nosotros... y nos comimos el seviche que estaba exquisito combinándolo con vinito... y después dimos comienzo al baile.

Yo me acosté como a las 2:30 de la mañana, pues ya no daba más de sueño, creo que las chiquillas se acostaron como a las 3:30 horas.

Antes de esto, habían estado cociendo langostas, estuvimos en esta función como 5 o 6 horas ya que eran como 20 langostas.

Partieron primero: Sonia, Elisa, Sara y Maruja

Juan Fernández, Martes 10 de Febrero de 1970.- (Pola) - Elisa se despertó..., - dijo - que eran las 7:30 horas, así que comenzaron rápidamente a levantarse, Sonia puso la tetera, a ver si alcanzaba a tomar algo caliente. Se levantaron rápidamente para ir a embarcarse...nos despedimos... y se fueron.





Tío Raúl y Mireya los fueron a despedir al muelle. Como todavía faltaba un poco para que se fueran, Sonia volvió a la Escuela a tomar algo caliente, así que yo fui al muelle a despedir a las chicas. Chirico les regaló dos lindas langostas (enormes), así que las llevaron vivas para Santiago.

Pola, Tabo, Mireya y Tío Raúl se fueron en la tarde

Nosotros volvimos a la Escuela y nos pusimos de inmediato a arreglar nuestras mochilas, lavar las cosas que nos habían prestado y devolverlas. Pasó la Sra. Julia (señora de Don Jorge Angulo) y le preguntamos - ¿Qué tendrían de almuerzo? - nos dijo - Humitas y Carne al jugo con Ensalada de tomates con cebolla. - Le dijimos “al tiro” - que nos hiciera cuatro almuerzos.

Tío Raúl, mientras tanto, fue a dejarle un banderín firmado por todos nosotros a la señora del Sr. Sepúlveda y de pasada fue al Correo a timbrar unos sobres con el sello de la Isla.

Volvió el Tío y dijo que había invitado a almorzar a los dos Vásquez y al Sr.. Yañez. Fuimos a devolver la cocina, mientras Mireya andaba buscando sus langostas, ya que las llevaría vivas.

Volvimos a la Escuela y Mireya dejó un mensaje de agradecimiento en la pizarra de la sala, que fue nuestro hogar durante dos semanas, Fuimos a almorzar, con toda calma... y Don Rino nos andaba buscando, ya que la lancha estaba lista para partir. Rápidamente fuimos a buscar nuestras cosas y al muelle para embarcarnos.

¡Todo listo!... Nos embarcamos y fuimos a Pangal a buscar a dos pasajeros que viajarían en el mismo avión. Se trataba de un pareja de recién casados que venían por varios días, pero la señora sufría de asma, así que le hizo mal el clima y tuvieron que acortar su luna de miel.

Mireya había dejado sus langostas en el muelle

En el camino a Pangal, Mireya se acordó de sus langostas que se habían quedado en el muelle, así que una vez embarcados los pasajeros, nos devolvimos a buscar las langostas.

El viaje en lancha fue sin novedad, lo único que el mar estaba un poquito malo, así que saltábamos montones y nos mojamos bastante. Llegamos a la Bahía del Padre y después de superar algunas dificultades, pudimos desembarcar y llegar sin novedad a la “Cancha de la Punta”, nos tomamos unos juguitos y nos pusimos a esperar el avión.



Nos pesaron nuestras mochilas y estábamos super recargados con el peso, así que el joven - nos dijo - que tendríamos que hablar con el Piloto para ver si nos permitía llevar todo el equipaje o tendríamos que dejar algo aquí.

Llegó el avión y nos tocó el mismo piloto que nos había traído - dijo - que no había problemas con el equipaje, pero cuando fueron a ponerlo en la bodega, como las mochilas hacen tanto bulto, vio que no cabía todo, así que - nos dijo - si podíamos dejar algo para mañana, ya que él haría un viaje al día siguiente y llevaría solamente a dos pasajeros, así que no habría problemas en llevarlo. Tío Raúl dejó entonces su caja y su mochila.

Nos embarcamos en el avión... a las 19:05 horas... y ...¡Partimos rumbo a Santiago!




Llegamos a Santiago a las 21:40 horas. La llegada fue linda ya que dimos una vueltecita por el centro y se veía todo lindísimo con las luces. En Cerrillos estaba esperando Negrita y mamá de Mireya. Nos despedimos,... tomamos un taxi ...¡Y!...

Fin de nuestra aventura
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Canciones de la Isla

El grupo de Villagra
Letra: Daniel Paredes (Chico Daniel)

Es un grupito pequeño
de corazones muy grandes,
de iniciativas muy buenas
para poder progresar.

Les traigo un mensaje de unas lindas obras
si no es por sacarla pero hay que cantar,
la casa de Villagra es como un ejemplo
para los isleños que van a pasear.
La subida de la Esquila,
la subida al Miradero
también la Cancha de la Punta,
la pasada del Pangal.

Distinguido público que estáis escuchando
con estas palabras quisiera abrazar
a mis compañeros del Grupo de Villagra
con sus lindas obras y alta moral.

¡Adelante, compañeros!
¡Adelante, sin cesar!
sigamos haciendo caminos
y ninguno defraudar.


Es inútil olvidar.

En recuerdo de El Hundimiento del Dresden.
episodio ocurrido el 14 de Marzo de 1915,
durante la Primera Guerra Mundial.

¡Es inútil olvidar!
¡Es inútil olvidar!
Ese día 14 de Marzo,
cuando vino el combate naval.

A las 8 de la mañana,
asomaron los buques ingleses.
Era el Glasgow, el Kent y el Orama,
que venían en busca de su fama.

Juan Fernández tú fuiste testigo
de ese heroico crucero alemán,
esa nave que estaba fondeada
que se hundió con su bandera izada.

¡Es inútil olvidar!
¡Es inútil olvidar!
Ese día 14 de marzo,
cuando vino el combate naval.

Los ingleses rompieron el fuego,
con su grande y pesada granada.
A esa nave que estaba fondeada
que se hundió con su bandera izada.
-

La vegetación de la Isla Robinson Crusoe rodrigoforestal

Video extraído del programa Ushuaia Natur (Nicolás Hulot) Filmado en la la isla Robinson Crusoe, Archipiélago de Juan Fernández, Chile (2007). Música de Gustavo Cerati (Album: +bien (2001); track: La costura de Dios)
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¿ Por qué nuestra Hostal lleva el nombre Charpentier ?



Este, es un intento por mantener viva la historia de un colono, de su familia y de sus descendientes. Se trata de una historia que comenzó a fines del siglo XIX, cuando el francés Desire Charpentier llegó a la isla Robinson Crusoe por una infausta casualidad: el naufragio del buque carbonero “Le Telegraph”, del cual era tripulante, en las costas de la isla, en una playa que se conoce con el nombre de “El Palillo”.

Desire Charpentier llegó en pleno auge colonizador, por lo que sus esfuerzos se sumaron a los de muchos más. Transformar esta isla en un hogar fue una tarea muy difícil. Decimos “transformar”, porque desde 1810 hasta 1814 (período de la reconquista española en la Capitanía General de Chile) la isla había sido comenzada por Alfredo de Rodt, un pionero suizo que había tramitado el arriendo de estas tierras al Gobierno de Chile. Fue el propio De Rodt quién invitó a Desire a quedarse en esta isla.


Alfredo de Rodt

La historia continúa con mucho sacrificio y pocas satisfacciones. De Rodt ya había sufrido la pérdida de un buque comercial que realizaba viajes esporádicos entre la Isla y el Continente. El inesperado naufragio del “Le Telegraph”, por lo tanto, vino a inaugurar un nuevo ciclo en la historia comercial de estas tierras, aportando un contingente humano con conocimientos de mecánica y manos dispuestas a trabajar. El giro no sólo fue comercial: Desire Charpentier, encantado con este nuevo desafío mandó a buscar a Francia a su mejer Ana María Romo, de origen español y con quién había contraído matrimonio en Africa. María llegó con sus dos hijos: Alfredo y José Charpentier Romo.

La familia Charpentier, decidida a quedarse y a participar del ambicioso proyecto de Alfredo de Rodt, aumentó rápidamente su descendencia. Nacieron dos nuevos hijos, Oscar y Pedro Charpentier, éste último padre de Nidia de las Nieves Charpentier, madre de Leopoldo González Charpentier, primer alcalde isleño elegido democráticamente y que desempeña dicho cargo hasta el día de hoy.


hostalcharpentier@hotmail.com

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Rumbos : Rumbos Nacional
Leopoldo González: "Un monumento a Arturito, un parque temático, un museo y un bonito teleférico"



Curioso personaje Leopoldo González Charpentier -don Polo, para los amigos-, alcalde del archipiélago Juan Fernández por cuatro periodos consecutivos; cuarta generación robinsoniana; juez de policía local; disciplinado RN e hijo de detenido desaparecido.

Convertido por estos días en el jefe edilicio de moda, jura -con una mano sobre su isla- creer a pie juntillas en el robot TR-araña, "Arturito", y sus visiones sobre el tesoro que Robinson Crusoe guarda en sus entrañas.

"El tesoro es de todos. Mi sueño es hacer un gran museo, como corresponde, para mostrarlo al mundo. También me gustaría tener una especie de parque temático, con simulaciones, en el lugar donde se sacó el tesoro", dice, al tiempo que gesticula -entusiasmadísimo- a bordo del bimotor que le lleva de regreso a la isla tras su fructífera reunión con Wagner Tecnologías (empresa dueña de "Arturito") y el intendente Luis Guastavino, cita que delegó las futuras excavaciones en manos del Estado.

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http://laisladejuanfernandez.blogspot.com/2009/03/blanca-luz-brum-en-juan-fernandez_19.html



Blanca Luz Brum Elizalde (1905-1985)

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Comments:
He leido su diario de viaje a juan fernandez y me parecio muy ingeresante. Investigo sobre la cultura y la sociedad isleña y me gustaria poder contactarla por correo electronico. Le he mostrado esto al Tunga y se ha emocionado muchisimo. El tambien quisiera contactarla, si fuera posible.
 
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