Wednesday, December 30, 2009

 

Muere el último tripulante de la Kon-Tiki y héroe de la II Guerra Mundial

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miércoles 30 de diciembre de 2009


Haugland era el radiooperador de la Kon-Tiki, quien mantuvo al mundo al tanto de los progresos de la arriesgada expedición a medida que se desarrollaba.
Foto:FRANCE PRESSE

No sólo integró la tripulación de una de las aventuras marinas más famosas del siglo XX. Ya antes de unirse a Thor Heyerdahl para realizar el épico viaje de 4.300 millas náuticas (casi 8 mil km) desde Perú hasta las islas Tuamotu sobre una balsa, había entrado en la leyenda. Fue uno de los protagonistas de un singular episodio de la II Guerra Mundial, cuando la resistencia saboteó una planta nazi de agua pesada en Noruega.


Haugland murió a los 92 años el día de Navidad

La agitada vida del noruego Knut Haugland, quien murió el día de Navidad, a los 92 años, parece una película, señala The Independent. Y, de hecho, la legendaria operación que comandó en 1941 en su ocupada tierra natal, conocida como el Sabotaje del Agua Pesada, inspiró el film de 1965 Los Héroes de Telemark. Con las figuras protágónicas de Kirk Douglas y Richard Harris, la cinta recrea el ambicioso raid sobre la planta Norsk Hydro Rjukan, en Vermork, donde los nazis investigaban la bomba atómica.

La muerte de Haugland, que sigue a la de Heyerdahl, en 2002, marca la desaparición del último de los seis tripulantes que zarparon de Callao, en Perú, en abril de 1947. Con el objetivo de probar que los nativos de América del Sur podrían haber viajado y poblado la Polinesia, contradiciendo la teoría más en boga en la época que apuntaba a corrientes migratorias provenientes de Asia, los aventureros construyeron una balsa con los materiales autóctonos disponibles. Después de 101 días de viaje por el océano Pacífico, el 7 de agosto de 1947 la rudimentaria embarcación chocó contra un arrecife en Raroia, archipiélago Tuamotu. La única tecnología moderna que poseían eran equipos de comunicaciones, a cargo de Haugland, y las cuerdas con que amarraron los troncos. En una de las islas de su destino les dijeron que ellos los habrían amarrado con fibra de coco, pues aguantaba más. Para alimentarse, se proveían de lo que el océano les brindaba.


El afiche de Los Héroes de Telemark describe así la misión que en su momento comandó Haugland: Impedir que los nazis desarrollaran la bomba atómica.

Pero el viaje, aparte de su interés antropológico, puso una nueva marca para los aventureros modernos, dando origen a un best seller publicado en 66 idiomas y un documental ganador del Oscar en 1952 en el que Haugland se interpretaba a sí mismo.

También popularizó la apasionada creencia de Heyerdahl de que los grandes océanos fueron vías de tránsito más que barreras para las migraciones de las civilizaciones antiguas.

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