Saturday, March 28, 2009

 

Pedro Mesías pianista arreglador “Revival” Días de Radio en Chile, música y baile de 1940

Fuente: http://www.musica.cl/


Retrato al piano de Pedro Mesías Campos

29 de Enero, 2004
Pianista, arreglador se hizo "a pulso"
Pedro Mesías: Cuando no se usaba el minidisc

Pedro Mesías, pianista, arreglador que recorrió el mundo como músico de Nati Mistral, Alfredo Sadel y Leo Marini. Puede atestiguar de las colosales orquestas de décadas pasadas y del montaje de la primera comedia musical hecha en Chile. El 2003, el musicólogo Juan Pablo González le encomendó los arreglos del espectáculo "Días de radio en Chile: Música y baile de 1940" (un homenaje a la radiofonía presentado por un elenco de la Universidad Católica), el trabajo le vino como anillo al dedo a Mesías, que tiene experiencia en el rubro, pero como ese tipo de eventos no son la tónica en la escena rápidamente volvió a dar clases particulares de música, como lo hizo con C- Funk (Cristián Moraga) de Los Tetas.


Pedro Mesías Campos nació el 3 de enero de 1926, es Profesor de Música, pianista, director de orquesta y arreglista orquestador. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música de Chile y se perfeccionó en Argentina. Fue Director de la Orquesta de la Radio Corporación durante siete años. Compuso y dirigió la música para cinco Clásicos Universitarios. Grabó y orquestó obras para los sellos Odeón y RCA Víctor. Durante varias temporadas trabajó junto al Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, concretó giras por Argentina, Perú y México. Se radicó en Argentina donde fue músico de las radios Belgrano y el Mundo, además, fue director de orquesta de la confitería Goyesca de Buenos Aires y pianista de Leo Marini. Más tarde, emigró a México y actuó como pianista de Pedro Vargas, Angélica María, Katherina Valente, Libertad Lamarque, Antonio Prieto y Lucho Gatica. En el año 1971, obtuvo el primer lugar como arreglista y director de orquesta del festival OTI de México, y en 1976 ganó el trofeo como mejor director de orquesta en el Festival Internacional de la Voz y la Canción de Puerto Rico. También vivió en España, donde actuó como pianista de Rocío Jurado y Nati Mistral. Luego, se radicó en New York y fue pianista y director de la orquesta en el "Chateau Madrid", y músico en el Hotel "Desert Inn" en Las Vegas.


Dejó Estados Unidos para establecerse en República Dominicana por dos años, actuando como solista en piano en el Hotel "Casa de Campo" de la cadena Gulfand Westem. Luego, siguió rumbo a Venezuela para laborar como pianista exclusivo del gran tenor Alfredo Sadel, con quien realizó giras dentro y fuera del país además de una gran cantidad de grabaciones. Estuvo en Perú, Paraguay, Brasil, Ecuador, Colombia, Cuba, Panamá, Las Bahamas, Costa Rica, Puerto Rico. Hace siete años regresó a Chile, donde acompañó a la cantante y actriz Carmen Barros en conciertos en Instituto Cultural de Providencia, Corporación Cultural de Las Condes, Casona de las Condes, Biblioteca Nacional, como en grabaciones de música chilena para el sello Alerce. También en Chile, durante tres años dirigió su orquesta en el Music Hall "La Cucaracha". Escribió los arreglos de obras de Astor Piazzolla y de The Beatles para ser interpretados por la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal. En septiembre de 2002, confeccionó los arreglos musicales y dirigió la orquesta en "La Pérgola de las Flores" por encargo de la Municipalidad de Santiago, esa vez la obra se presentó en la Plaza de Armas de Santiago.



Foto: Imagen de "Días de radio en Chile..."

http://www.musica.cl/noticia.php?fId=675

En el 2003 hizo los arreglos de "Días de radio en Chile: Música y baile de 1940”, un trabajo impulsado por el musicólogo Juan Pablo González cuyo montaje estuvo a cargo de un elenco de la Universidad Católica. “Fue una maravilla”, dijo Mesías luego de la presentación “Días de radio….”, pero pronto regresó a dar las clases de piano. Lo hacen vibrar los espectáculos en vivo. Revive, y añora el tiempo de las grandes orquestas. “Ahora ya no existen tanto los arregladores, la tecnología cambió las cosas. Ahora se arregla para teclado, eso no es lo mismo que tener la orquesta”, dice.
- ¿Qué comedias musicales recuerda haber arreglado?
- Dos comedias musicales en México, una fue “La novicia rebelde, hice las orquestaciones porque desde Estados Unidos no las mandaban; y otra fue “La ilustre fregona”, una pieza original de México basada en una novela de Miguel Cervantes y Saavedra. Acá hice un arreglo que no se llegó a tocar como era, tenía 15 músicos y por problemas se hizo con nueve, y al final los arreglos no sonaron como los había escrito y tuve que sentarme en un piano, además del piano de la orquesta, para suplir los instrumentos que faltaban.
- ¿Le gusta ese género musical?
- Sí, me atrae mucho la comedia musical, como pianista me gusta acompañar a cantantes. Cuando comencé en la música popular me tocó empezar a tocar tangos y mis primeros arreglos fueron de tangos. Un momento especial de mi carrera fue el trabajo junto al venezolano Alfredo Sadel, un ídolo pero ídolo con mayúscula tanto de ópera como música popular. Durante algunos años fui su maestro exclusivo. Me pagaba cantara o no.
- ¿Alguna vez existieron grandes shows en Chile?
- Claro, no es como ahora que no hay nada. Antes había grandes shows, y también venían muchos de afuera. No se usaba ese casetito con el minidisc ni nada de eso, los músicos teníamos que acompañar a los artistas. Tuve la suerte de dirigir orquestas y acompañar a muchos artistas.
- ¿Qué comedias musicales influyeron en Chile?
- “Hello Dolly”, “La novicia rebelde”, My first lady”, “South Pacific”. La comedia musical es un desafío porque se tiene que cantar, bailar y ser actor más que cantante. Muchas de estas obras se han llevado al cine. La comedia musical tiene que tener buenas orquestaciones. Me tocó trabajar dos en México, y cada una la hacía con 30 músicos, fue algo bien completo. Lo ideal para una orquesta de este tipo es trabajar con 30 músicos.
- ¿Qué recuerda de los años de “La pérgola de las flores”?
- En aquellos años la música no estaba separada de lo que pasaba en la calle. Hay obras que vienen con un sello especial. Esta obra venía así, se cantaba de memoria. Cuando la presentamos hicimos giras, fuimos a México, a Buenos Aires, donde se presentaba se llenaba, salvo en Antofagasta, que no llenamos el teatro porque quien vendía los boletos los guardó por error. "La pérgola..." es una obra privilegiada, de esas que hay una cada cien años. Se nota que el pueblo la quiere.
- ¿Cuál fue la primera comedia musical chilena?
- Antes que “”La pérgola de las flores” hubo otra obra que no tuvo tanto impacto, una obra un poco más fina, no tan popular, que presentó en 1958 el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, se llamó “Esta señorita Trini” que era como una opereta más refinada que “La Pérgola…”. La comedia musical nació de la opereta. Las operas son dramas donde no hay parlamento. La opereta es liviana un poco jocosa, de carácter más popular. "Esta señorita Trini" de Luis Alberto Heiremans fue la antesala de “La pérgola de las flores” (estrenada en 1960) con texto de Isidora Aguirre y música de Francisco Flores del Campo.
- ¿Qué sucedió con las orquestas?
- Cuando comencé en los años cuarenta me gustaba ir a ver las orquestas a los bailes. La gente estaba ahí. Nadie hablaba. Ahora la gente se ha acostumbrado a la música envasada y todos hablan. Cuando regresé a Chile vi el teatro Bim Bam Bum me pareció tan triste porque había una orquestita de cinco o seis músicos que casi no se notaba. Quizá en el futuro sea raro ver a los músicos tocando en vivo. Hoy los artistas ya no cantan, eso es un engaño y el público lo acepta.
- ¿Cómo aprendió dirección de orquesta?
- En algunos libros y con mucha práctica.
- ¿Cuáles eran los clásicos de los cuarenta?
- En esos años el repertorio era extenso, se hacía música de distintos países, se hacía música española, brasileña. El músico tenía que estar preparado para tocar de todo. Grandes compositores de esa época fueron Cole Porter, George Gershwin, Irvin Berry. Los tangos con grandes orquestaciones también son de esa época, y el bolero también tuvo en ese entonces un tiempo dorado.
- ¿Cómo funcionaban las orquestas de antaño?
- En ese tiempo las radios tenían orquestas, yo fui director de la orquesta estable de la Odeón, durante siete años. Según el artista que grababa veía qué se prestaba para él y cuántos músicos se necesitaban. Había dos sellos grandes en ese tiempo, RCA Victor y la Odeón. Los sellos no tenían orquestas sino que se citaban para ciertas grabaciones, tenían sus tarifados dependiendo de las piezas que se grababan, eso regulado por el sindicato.
- Tenían resguardos…
- Sí, claro. Recuerdo que cuando era director de la orquesta de confitería Goyesca de Buenos Aires una tarde estábamos ensayando y llegan unos oficiales de policía para clausurar el local porque no cumplían con el 50 por ciento de difusión la música nacional, y esto fue en el año 1952, en la principal confitería de Buenos Aires, y clausuraron el local, es decir, apoyaron a los autores nacionales. Acá todo lo que sea importado se dice que es bueno, eso siempre ha sido así.
- ¿Qué haría falta?
- Lo principal es que haya apoyo de las autoridades. Acá los extranjeros pueden venir y trabajar y cobran sin pagar ni un impuesto, porque vienen de turistas.
- ¿Cómo explica el florecer de tantas orquestas en aquellos años?
- Como no existía la televisión la gente que quería divertirse tenía que salir.
- ¿Por qué decayeron?
- Una cosa que fue en contra de nosotros son los instrumentos electrónicos, que pueden suplir una orquesta entera con un teclado. Ocurrió algo parecido en la época de mi padre, que era antiguo y tocaba en el cine mudo. Ahí había mucho trabajo, y cuando llegó el cine sonoro quedó la tendalada de cesantes. Pasaron cosas terribles. Hubo músicos que dijeron: “Nunca más toco un instrumento”.
- Usted acompañó a muchos artistas como la Mistral o Marini. ¿Qué significa para usted acompañar musicalmente?
- El acompañamiento es como un marco para un cuadro.
- ¿Qué se puede definir como música chilena?
- La música chilena es nuestra música folclórica, la música escrita por autores chilenos. Hay muchos y muy buenos, y debería haber más y mejores, también.
-¿Qué evalúa cuando ve un grupo actual?
- Los grupos modernos no los entiendo mucho, es otra cultura musical.
- ¿Tuvo dificultades para acostumbrarse en tantos países?
- Viví dos años y medio en República Dominicana, y el sindicato no me quería dejar trabajar hasta que tuviera seis meses de residencia en el país. Y para qué le cuento lo que me costó México. Me fui con el teatro Ensayo de la Universidad Católica y me quedé y viví ahí diez años, me dejaron quedarme pero para pertenecer al sindicato debía cumplir con el pago de la suma durante seis meses y no podía tomar un trabajo que pudiera hacer un mexicano. Ahí mi primer trabajo fue acompañar a una orquesta norteamericana donde había dos pianistas. Podía grabar pero no podía cobrar nada más que mis arreglos y no la tarifa de director. Argentina era el único país que no era difícil para ir, aunque las medidas fueron cambiando con el tiempo. Estoy hablando de los años cincuenta, de Perón. La música se ha puesto difícil.
- ¿Le ha costado adaptarse a Chile nuevamente?
- Me encanta mi país, pero también he encontrado muchas desilusiones, la gente no es la misma. Estuve 24 años fuera. Este país ya no es como era, por ejemplo, en cuanto a educación. Lo extraño es que cuando está fuera dice: ah no, esto no es como Chile y cuando llega se desilusiona. Acá no hay respeto, no respetamos a los próceres, ni a nuestra religión. Acá es muy insolente la gente. En Venezuela la gente mayor no era tan educadita, porque según se decía se cayeron del cocotero al Cadillac pero la juventud era más preparada, en Chile ocurre todo lo contrario. No lo digo por todos, pero es lo que veo.
- ¿Para qué volvió?
- Quería venir a Chile a enseñar mis experiencias de lo tanto que caminé. Me gusta enseñar a los muchachos para que no tengan que hacerse a pulso, como se tuvo que hacer uno, porque no había nadie que enseñara música popular. Comencé a estudiar orquestación con los libros clásicos de Rimsky Korsakov. Ahora hay libros que enseñan esta materia. En esos años se escribía y se iba descubriendo ahí, luego se hacía la crítica. Lo que quiero enseñar es lo que hice. Me gustaría tener bastantes alumnos para dejarles los conocimientos que tengo.

Comedia (Musical)

De vez en cuando algún creador anuncia su devoción por la comedia (musical), y sin ir muy lejos, Antonio Skármeta cuando recibió el Premio Planeta dijo que quería escribir una comedia musical. Hay quienes aluden que la comedia es “perfecta” para las épocas represivas, porque contiene todos los ingredientes para manifestarse; involucra teatro, canto, danza. Según Leonard Bernstein lo que define a la comedia musical es el jazz. Sin jazz no sería lo que es sino otra cosa. Es una expresión que tiene tantas variantes como sitios donde se cultiva (Chile también tiene sus honrosos ejemplares, y Pedro Mesías puede dar fe de sus orígenes) Se definen como comedias desde “La ópera de dos centavos” de Bertold Bretch un vodevil francés, una zarzuela hasta un sainete argentino. Y el repertorio heredado por las la comedias musicales es sideral, se alinean en esa frecuencia: "Chicago” (filme que retrae el montaje de Liza Minelli en "Cabaret,llevado a la pantalla por Bob Marshall), "Everyone says I love you" (Woody Allen), las animaciones de Disney, "La novicia rebelde", "Top hat", “A chorus line”, “New York, New York” (Martin Scorsese), “All tha’s jazz”, “Moulin rouge, “Roxanne’’, “Jesucristo super star”, “Evita” y “Amor sin barreras”; eso sin olvidar a los padres del rock, The Beatles, que cambiaron el curso de la historia con “Qué noche la de aquel día!”, una grandiosa comedia de aventura rock and roll realizada en Gran Bretaña en 1964. Son tantas además de las clásicas “Hello Dolly” y “My first lady” las que resonaron en el mundo. En Chile la ruta se inicia con “Esta señorita Trini" y la archiconocida “Pérgola de las flores”.



(Por: Milena Bahamonde)

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Varios Artistas, "Días de radio en Chile" (2003, Warner)


1.Chiu-chiu, 2.Sufrir, 3.Vereda tropical, 4.Aceite dos banderas, 5.Abejorrros, 6.Amanecer, 7.Cielito lindo, 8.Río abajo, 9.Bei dir war es immer so schon, 10.Jabón rococó, 11.En Mejillones yo tuve un amor, 12.Vanidad, 13.El manisero, 14.Mamãe eu quero, 15.Los lecheros.

Duración: 42:57

Cantantes: Isabel Aldunate, Carmen Prieto, Marisol González, Claudia Yáñez, Jenny Muñoz, Gonzalo Cuadra, Sergio Gómez, Víctor Alarcón, Oscar Galindo, Andrés Rodríguez.
Arreglos de orquesta: Pedro Mesías.
Dirección: Miguel Ángel Jiménez.
Musicología y producción: Juan Pablo González.

DÍAS DE RADIO EN CHILE, MÚSICA Y BAILE DE 1940: Logrado “Revival” (19/9/2003)
03/10/2003
Pablo Arce

19//2003

Un gran elenco conformado por solistas vocales, actores, un conjunto folclórico, big band y orquesta de cuerdas desfiló por el escenario del Aula Magna del Centro de Extensión U.C. el pasado viernes 12 de septiembre, para revivir la época en la que ningún medio de comunicación superaba en importancia a la radio.

Toda la acción teatral y musical se desarrolló en cuatro bloques, acotados y presentados atinadamente por un narrador, Juan Pablo González, también productor del evento artístico.

Inmediatamente, desde el comienzo de la función, se hizo patente la particular amplificación del sonido, que habilmente manipulaba las frecuencias para emular el sonido de un receptor de radio de 1940, aunque sin afectar por ello el espectro dinámico y tímbrico de las orquestas ni las voces de los solistas.

La puesta en escena hiló los distintos segmentos musicales del espectáculo con un efectivo despliegue actoral, que incluyó el rol cómico de un asistente que manejaba el letrero que indicaba al público aplaudir o guardar silencio. Del primer bloque, titulado “Boite Lucerna: Té danzante”, fue protagonista absoluto el tenor Gonzalo Cuadra, quien recreó “Chiu-chiu” (N. Molinare), “Sufrir” (F. Flores del Campo) y “Vereda Tropical” (G. Curiel) con gran presencia. Sin renunciar del todo a una impostación propia de música docta, se adaptó convincentemente a los estilos de corrido y bolero.

Posteriormente la grabación de un jingle de la época dio paso al siguiente bloque: “Radio Cooperativa: Estudio”. El recuerdo de la muerte de Gardel dio paso a un cuarteto de cuerdas que interpretó “Volver” y “El día que me quieras” en arreglos de Gastón Soublette, que acentuaron aún más el clima de nostalgia, a la vez que instalaron un fuerte contraste con los sentimientos festivos propuestos en el primer bloque.

Este segmento finalizó con una alusión a las disposiciones legales de la época que obligaban a programar música de raíces chilenas y la correspondiente cueca de rigor.

El tercer bloque –ambientado en el auditorio de Radio Cooperativa Vitalicia- comenzó a toda orquesta con las coloridas interpretaciones del one-step “Abejorros” y la canción “Amanecer” de Vicente Bianchi, esta última en la voz del tenor Víctor Alarcón.

A continuación se dramatizó la elección de “Miss Radio”, en la que compitieron tres cantantes elegantemente ataviadas. A través de ellas, el público fue trasladado a una época en la que los aficionados buscaban la oportunidad de hacerse famosos sin que hubiera necesidad de la parafernalia actualmente de moda representada por “reality shows” televisivos.

Un jingle, esta vez presentado en vivo, cerró el bloque.

El turno del baile

Finalmente, el cuarto segmento “Boite Lucerna: Cena de Baile” recordó a uno de los ritmos importados que con más fuerza se instaló en el país en esos años: el foxtrot. Clasícos como “En Mejillones yo tuve un amor”, “Entre tú y yo” y “Vanidad” fueron por Gonzalo Cuadra, Víctor Alarcón y Sergio Gómez. Con acompañamiento de big band en el caso de los dos primeros y conjunto de guitarras, violín y contrabajo, en el caso del último número, presentado en forma de slow fox y siguiendo el estilo francés de instrumentación.

Los arreglos vocales para conjunto de voces masculinas, tan de moda en esos años, dijeron presente a través de un número de variedades desplegado por un quinteto que actuó bajo el nombre de “Comedian Harmonists”, quienes rescatando canciones del repertorio popular alemán, arrancaron risas del público con su desempeño escénico.

Carmen Prieto fue la estrella de un final marcado por los sabores tropicales. Con el concurso de la big band, comprobó como se sumaba a sus chispeantes versiones de “El manisero” y “Mamãe eu quero” la participación entusiasta del público, envalentonado por estos dos números que nunca han dejado de estar presentes en la memoria colectiva.
Fue un final electrizante para un espectáculo muy bien montado, premiado por el respetable con una larga ovación.


Días de radio en Chile: Música y baile de 1940

BOITE LUCERNA: Té danzante Donato Román H. “Vals romántico”, vals cantado, Gonzalo Cuadra y Orquesta Manuel Aranda “Bonita”, canción-fox, Gonzalo Cuadra y Mario Lobos, piano. Nicanor Molinare “Chiu-chiu”, corrido, Gonzalo Cuadra y Orquesta RADIO COOPERATIVA: Estudio Armando Bonasco “Aceite Dos Banderas”, jingle grabado
Carlos Gardel “El día que me quieras”, tango
Cuarteto de Cuerdas Carlos Gardel “Volver”, tango
Cuarteto de Cuerdas Dúo María e Inés
“Los lecheros” cueca radial Grupo folklórico y actores
Huasos de Chincolco “Los estucadores” cueca radial Grupo folklórico y actores
BOITE LUCERNA: Aperitivo de baile Comedian Harmonists “Wochenend und Sonnenschein” Quinteto vocal masculino Comedian Harmonists “Auf Wiedersehn” –
“Río Río” Quinteto vocal masculino Gonzalo Curiel
“Vereda tropical”, bolero Gonzalo Cuadra y Orquesta
Francisco Flores del Campo “Sufrir”, bolero Gonzalo Cuadra y Orquesta
RADIO COOPERATIVA: Auditorio Vicente Bianchi “Abejorros”, one-step Orquesta Vicente Bianchi
“Amanecer”, canción Víctor Alarcón y Orquesta Donato Román H.
“Río abajo”, tonada Marisol González y Mario Lobos, piano.
Mackeben-Beckmann “Bei Dir war es immer so schön” Claudia Yáñez y Orquesta Quirino Mendoza
“Cielito Lindo”, canción Isabel Aldunate y Orquesta Anónimo
“Jabón Rococó”, jingle Trío femenino y Big Band BOITE LUCERNA: Cena danzante Gamaliel Guerra “En Mejillones yo tuve un amor”, foxtrot Víctor Alarcón y Big Band Donato Román H. “Entre tú y yo”, foxtrot Gonzalo Cuadra y Big Band Armando González “Vanidad”, slow fox Sergio Gómez y Conjunto Moisés Simon “El manisero”, rumba Carmen Prieto y Big Band Jararaca-Pavia “Mamãe Eu quero”, marcha de carnaval Carmen Prieto y
Orquesta Arreglos: Pedro Mesías
Dramaturgia: Inés Stranger
Escenografía: Miguel Angel Jiménez
Vestuario: Pedro Torres
Coreografía: Francisca Infante
Gestualidad: Soledad Henríquez }
Dirección teatral: Miguel Angel Jiménez
Dirección musical: Miguel Angel Jiménez
Producción musicológica: Juan Pablo González
Cantantes: Carmen Prieto (contralto) Isabel Aldunate (soprano) Marisol González (soprano) Jenny Muñoz (soprano) Claudia Yáñez (mezzosoprano) Gonzalo Cuadra (tenor) Víctor Alarcón (tenor) Oscar Galindo (tenor) Andrés Rodríguez (barítono) Sergio Gómez (barítono)
Big Band: Roberto Veloso (trompeta) Miguel Muñoz (trompeta) Alvaro Cárdenas (trompeta) Cristián Tesah (trombón) Juan Pablo Montero (saxo alto) Moris El Alan (saxo alto) Rodrigo Urbina (saxo tenor) Pedro Portales (saxo barítono) Kathya Gallegillos (clarinete) Carolina Apablaza (flauta) Cristóbal Menares (guitarra) Luis Castro (guitarrra) Manuel Páez (batería) Carlos Vera (percusión)
Orquesta de cuerdas: Rubén Sierra (violín concertino) Paula Poveda (violín primero) Elías Allende (violín primero) Ernesto Martínez (violín primero) Liliana Cárcamo (violín segundo) Denisse Rojas (violín segundo) Eduardo Roa (violín segundo) Leonor Soto (violín segundo) Bárbara Undurraga (viola) Jorge Cortés (viola) Alejandro Tagle (violonchelo) Isidora Edwards (violonchelo) Felipe Contreras (contrabajo) Mario Lobos (piano)
Conjunto folklórico: Hermanos Inostroza (guitarra y voz)
Presentador: Juan Pablo González
Actores: Margarita Murúa Braulio Martínez
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ROSITA SERRANO
BIOGRAFÍA



La diva internacional en la historia de la música chilena es Rosita Serrano, un nombre de leyenda. Artista de variedades, discos, radio y películas, marcó una época como estrella del cine y la música en la Alemania de los años ’30 y ’40, y entre sus éxitos están las interpretaciones para canciones tradicionales como "La paloma", "Cielito lindo" y "Corazones partidos". Der Chilenischen Nachtigall o The Nightingale of Chile son nombres que figuran hasta nuestros días en reediciones internacionales de sus discos: se llamaba María Esther Aldunate y su seudónimo fue Rosita Serrano, pero ése, El Ruiseñor Chileno, es su título más inmortal.

El cielito y la paloma
María Martha Esther Aldunate Del Campo nació en Viña del Mar el 10 de junio de 1914, hija de Héctor Aldunate y de la cantante lírica chilena Sofía del Campo, intérprete de canciones como la balada "Plaisir d’amour". A los diecisiete años estaba en Rio de Janeiro con su familia, y su madre viajera fue la principal compañía en sus primeros años.

"Conocí a su madre en Quilpué cuando era soltera", escribe el cronista Joaquín Edwards Bello en el diario "La Nación" (1956) acerca de Sofía del Campo, citado por el escritor Enrique Lafourcade. "Más tarde la encontré en Ginebra, Suiza, en septiembre de 1925. La fiesta fue en la Embajada de Chile y allí estaban (el músico y diplomático polaco Ignacy Jan) Paderewski, Claudio Arrau, Sofía del Campo... ".

"La voz de Sofía era un control total, sabias texturas aterciopeladas, donde (...) el chagrin d'amour dure toute la vie ("pena de amor dura toda la vida") tenía sabor a sollozo", describe Lafourcade en una de sus crónicas. "La de Rosita, levemente metálica, joven, desafiante, como una calandria al amanecer, como un joven ruiseñor en una noche de luna llena a la llegada del verano. De tal madre tal hija".

Rosita Serrano debutó hacia 1930 en uno de esos viajes, en la radio Nacional de Lisboa, donde refiere el propio Lafourcade que cantó el "Ay, ay, ay" de Osmán Pérez Freire. París, Lisboa y Berlín fueron sus domicilios, y en Alemania se estableció, actuó en el célebre cabaret berlinés Wintergarten, rivalizó con la estrella alemana de la canción Zarah Leander y entre 1938 y 1942 grabó una veintena de discos.

Los autores Michael Jary y Bruno Balz compusieron para ella canciones como "Le coquelicot rouge" ("La amapola roja"), "Le petit oiseau d'amour" ("El pajarillo de amor") o "Oui, madame...!" ("¡Sí, señora...!"), y Theo Mackeben y Hans Fritz Beckmann le escribieron "Amorcito mío" (1941). En su repertorio hay por igual canciones en español, francés y alemán como "Carmencita la gitana", "Je voudrais vous dire en francais" y "Küß mich, bitte, bitte küß mich". Pero los éxitos mayores de Rosita Serrano son canciones típicas americanas: "Cielito lindo" ("Ay ay ay ay, canta y no llores / porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones"), del autor mexicano Quirino Mendoza y Cortés, y la habanera "La paloma" ("Si a tu ventana llega una paloma / trátala con cariño que es mi persona"), del compositor español Sebastián de Iradier y Salaverri, escrita en La Habana hacia 1860.

La belleza de Hedy Lamar y la chispa de Carmen Miranda
Cantante y actriz de cine, la artista chilena también fue parte del elenco de la opereta "Máscara en azul" en el Teatro Metropolitano de Berlín y actuó en media docena de películas para la UFA entre 1938 y 1941, todas ellas musicales.

En su filmografía figuran Es leuchten die Sterne (Les étoiles brillent o Brillan las estrellas, 1938), Bel ami (1939), Die kluge Schwiegermutter (The wise mother in law, 1939), Der Vierte kommt nicht (1939), Herzensfreud, Herzensleid (Heureux en amour et peine de coeur, o Feliz en amores y penas del corazón, 1940) y Anita und der teufel (1941).

El suceso de Rosita Serrano tuvo lugar en plena Alemania nazi previa a la Segunda Guerra Mundial. El escritor chileno Víctor Farías alude a ella en el libro Los nazis en Chile (2000), donde asevera que, después de trabajar en Alemania, en 1940 cantó en Suecia para refugiados judíos perseguidos por el régimen nazi, razón por la cual éste bloqueó sus bienes y decretó la requisición de sus discos y registros radiales. Es legendario el concierto que el Rey Gustavo VI de Suecia la invitó a dar durante la guerra en el Palacio Real de ese país, donde Rosita Serrano llegó tras abandonar Alemania en 1943.

Chile no estuvo ajeno a su éxito. En 1948, después de dieciocho años de carrera en el extranjero, volvió a su país, donde, a juzgar por las crónicas de ese año en el diario "El Mercurio", se trató de un acontecimiento. El 29 de marzo el embajador de Chile en Inglaterra, Manuel Bianchi Gundián, ofreció una recepción en su honor, antes del regreso. Llegó a Chile el 31 de mayo y actuó en el Teatro Municipal el 5 de junio. Y, bajo el título de "Recital", el periódico informaba sobre su visita el 30 de junio: "Rosita Serrano deleitó al público interpretando un nuevo y selecto repertorio de canciones universales, magníficamente acompañadas por el conjunto de cuerdas de Radio Sociedad Nacional de Agricultura".

En Chile la artista cantó además las flamantes mapuchinas creadas por el compositor chileno Fernando Lecaros. Más tarde, el autor argentino Mariano Mores compuso para ella el tango "Adiós", hacia 1956. Tras un regreso a España, Rosita Serrano actuó también en EE.UU. y recogió nuevos halagos en Nueva York, San Francisco y Los Angeles, donde cantó en el Coconut Grove de Los Angeles y donde un crítico local escribió "Rosita Serrano une la belleza de Hedy Lamar y la chispa de la brasileña Carmen Miranda". Incluso volvió a Alemania en 1951, donde filmó las películas Schwarze augen (1951) y Saison in Salzburg (1952), y su popularidad en Europa se mantuvo vigente hasta la década del ’60.

En 1989 la prensa reportaba que una Rosita Serrano ya mayor aún vivía en la ciudad alemana de Hohenroda, pero la artista pasó sus últimos días en la comuna de La Reina, en Santiago de Chile, donde murió el 6 de abril de 1997, a los 82 años y en una situación de estrechez contrastante con el brillo de sus años de mayor gloria. A la fecha permanece como una voz histórica en la crónica de la música popular alemana, y canciones suyas se oyen en películas como El tambor (1979), de Volker Schlöndorff, y La casa de los espíritus (1993), de Bille August, basada en la novela de la escritora chilena Isabel Allende, donde figura la melodía de "La paloma" en la voz de Rosita Serrano.



Décadas más tarde, su sobrina Isabel Aldunate incorporó ya en el nuevo siglo una versión de "Cielito lindo" a su repertorio, como un homenaje postrero y vívido al Ruiseñor de Chile.

—David Ponce.

Foto: Lowlights Publishing.

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Rosita Serrano - Rio abajo



Rosita Serrano (1914-1997) de Chile, nació en Viña del Mar como Martha María Ester Aldunate del Campo, hija del cantante de ópera y concierto de Sofía del Campo. Como hija siguió la madre en giras en Europa y América y tuvo su primera entrenamiento para cantar con su madre. Sus fans le dio el nombre "ruiseñora chilena".
Ella se quedó en Suecia entre 1942 hasta 1948. Invitado por el rey sueco.

Esta hermosa canción Río abajo, he encontrado en un mercadillo en Buenos Aires cuando visitó la Argentina hace algunos años atras. No sé si también se fue producido en Alemania donde ella fue una gran estrella.
Category: Music

Rosita Serrano (María Martha Esther Aldunate del Campo) (Viña del Mar, 10 de junio de 1914 - † Santiago de Chile, 6 de abril de 1997) Fue una cantante y actriz chilena de gran éxito en Alemania en la década de 1930, llegando a ser conocida como "Chilenische Nachtigall" (el ruiseñor chileno).

Carrera profesional [editar]Rosita Serrano fue hija del diplomático Héctor Aldunate y de la cantante de ópera Sofia del Campo. El ascenso en su carrera artística se inicia con una gira internacional en 1930, junto a su madre, visitando entre otros Brasil, Portugal, Francia y España hasta llegar a Berlín en 1936 donde se presenta en el Teatro Metropolitano.

El compositor alemán Peter Kreuder la promueve y le consigue un contrato discográfico con Telefunken, alcanzando gran éxito al cantar en idioma alemán composiciones como "Roter Mohn", "Schön die Musik", "Küß mich, bitte, bitte, küß mich", "Und die Musik spielt dazu", "Der Onkel Jonathan", y "Der kleine Liebesvogel".

Desde fines de 1938 obtiene diferentes roles, usualmente de cantante, en varias películas alemanas de la Universum Film AG, entre ellas "Bel Ami", "Es leuchten die Sterne", "Die kluge Schwiegermutter" y "Herzensfreud - erzensleid", manteniendo una muy buena relación con prensa nacionalsocialista, participando en varios recitales y ceremonias del Tercer Reich.

Sin embargo, en la década de 1940 Rosita Serrano empezó a dar conciertos a beneficio de judíos y daneses refugiados en Suecia, lo que provocó el requisamiento de sus discos y grabaciones en Alemania (una relación detallada se hace en la obra de Víctor Farías. Los nazis en Chile. Editorial Planeta, Santiago de Chile 2000, p. 421).

Es repatriada desde Estocolmo en 1943 y sólo vuelve a Alemania en 1951, donde participa en las películas "Schwarze Augen" (1951) y "Saison in Salzburg" (1952).

Muere en Santiago de Chile, el 6 de abril de 1997, a los 83 años de edad, en condiciones de extrema pobreza.

Uno de sus más sonados éxitos musicales ha llegado a nuestros días a través de la película "La casa de los espíritus", del director danés Bille August, que incluyó "La Paloma" en su banda sonora.


Filmografía Es leuchten die Sterne (1938)
Vierte kommt nicht, Der (1939)
Bel Ami (1939)
Kluge Schwiegermutter, Die (1939)
Herzensfreud - Herzensleid (1940)
Anita und der Teufel (1941)
Schwarze Augen (1951)
Saison in Salzburg (1952)
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Rosita_Serrano"



Rosita Serrano-Bei Dir war es immer so schön/Sybille tribute
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The "Chilean nightingale" Rosita Serrano (1914-1997) is the original singer of this famous song by Theo Mackeben. It is from the musical play "Anita und der Teufel" (Anita and the devil). She came to Germany in 1937 and quickly became a very popular singer until she left abruptly for Sweden in 1943, most probably for political reasons (see Wikipedia).
She returned in 1951 but never regained her former popularity... In Chile she was often attacked for having become a star in nazi-Germany...

In the song she recalls how beautiful life was with the love of her life before she lost him...

I decided to include a slidehow of the tragic actress Sybille Schmitz (1909-1955), perhaps the most unusual actress of German film... She had haunting dark eyes and even when she smiled, there was an aura of sadness around her... She starred in such legendary movies as "Tagebuch einer Verlorenen" (1929), "Vampyr" and "FP1 antwortet nicht" (both 1932). Ill at ease in nazi-Germany she continued her career but not without diffculty. There were rumours about her being on Goebbels' blacklist... In 1936 she starred in "Fährmann Maria", an unusual picture in which she confronts "death" in order to save a young man's life... Other movies followed, most famously "Titanic", banned by Goebbels in 1943. After the war she returned in front of the cameras in "Zwischen gestern und morgen" (1947) in which she plays the doomed Nelly Dreyfuss and gave an impressive performance. However her type of woman seemed out of place in the post-war years... Uncreasingly unsure of herself, her career nosedived and Sybille Schmitz divorced, began to drink and use drugs...After an illness she became addicted to painkillers (and came under the influence of a shady doctor in Munich)... She commited suicide in 1955. If you would like to know more about her :

http://www.sybilleschmitz.de.vu/

Rainer Werner Fassbinder paid hommage to her in his movie "Die Sehnsucht der Veronika Voss".

All pictures images from personal collection
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