Monday, October 20, 2008

 

HOMENAJE A INELIA GONZÁLEZ: Arrechúnchamelo, arremángamelo...

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miércoles, 15 de octubre de 2008
HOMENAJE A INELIA GONZÁLEZ: Arrechúnchamelo, arremángamelo...
Arrechúnchamelo, arremángamelo...

A raíz de la noticia recibida sobre la muerte de Inelia (nenella) me atrevo a dedicar unas palabras:
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Arrechúnchamelo, arremángamelo

No es hora de tristezas
No es hora de lágrimas
Es hora de hablar:
Porque el dolor de los solos
Naufraga en el recuerdo de otros.

Ella no leía poesía
Pero sabía mucho de la vida
Porque su vida se transformó
En poesía, que todos podíamos leer.
Siempre caminante
Una madrugada cualquiera, con su guitarra chillona
Entonó para mí una eterna cantaleta.
“Arremángamelo, arrechúnchamelo”
“arremángamelo, arrechúnchamelo”
Entonaba en sus labios llenos de pasión.
Recorría el pueblo regalando saludos sinceros
Llenaba las calles con sus pasos coloridos
Mujer con alma de niño.
Que arrastraba en su mirada el eco de muchas quejas
Y el dolor de los reproches,
Porque existen aquellos pocos, que en medio del mundo
Las risas y el baile son ermitaños en su propio sentir
Habitan con el amor universal alejados del reloj.
Quien podrá olvidar sus carcajadas borboteantes de vida
Y su ritmo casi encorvado de disposiciones para otros.

Sin duda ha de recibir su premio allá,
Mucho más allá del sol
Donde los de manos limpias y corazón sincero
Tienen su lugar.

Por: Rebeca Dépich. (En memoria de Inelia)

Publicante Pichilemunews @ 11:21



La escritora REBECA DEPICH, quien también integra el Taller de Teatro Luz y Sombra que dirige la actriz –ahora radicada en Pichilemu- Sonia Pavez con una interesante trayectoria en Rancagua y otros escenarios.

martes, 07 de octubre de 2008
INELIA GONZÁLEZ MÁS CONOCIDA COMO LA “NENELLA” FALLECIÓ HOY

- Sus funerales serán mañana miércoles, a las 16 horas, en la parroquia Inmaculada Concepción

Tras estar varios días hospitalizada en el Hospital de Santa Cruz falleció en horas de esta mañana, la pichilemina Inelia González Poblete (70), quien había sido trasladada de urgencia a raíz de un complicado cuadro febril y que luego de varios exámenes los médicos no arribaban a ningún diagnóstico claro, preciso y definitivo.

Así lo pudimos conocer hace algunos días cuando estuvimos averiguando y se nos señaló que en Pichilemu se le diagnóstico una enfermedad, en Santa Cruz otra y en Rancagua otra; todo ello, mientras tenía momentos de lucidez y después entraba a delirar producto de las altas fiebres.

Cuando pensábamos que ya estaría recuperándose y pronto a volver a Pichilemu, conocemos hace un rato la noticia de su muerte.

Inelia era una pichilemina, viuda a poco tiempo de casarse en los años sesenta cuando la conocimos muy de cerca, puesto que nuestros padres arrendaban la que era la casa de sus padres y ella habitaba parte de esa propiedad. De esos tiempos que tenía epilepsia, pero con el tiempo y tratamientos médicos estos habían desaparecido y/o eran muy esporádicos. Sin embargo, en las últimas semanas le encontraron enferma y mal, llevándola de inmediato al hospital pichilemino y desde éste, fue derivada a Santa Cruz en busca de especialistas.

Voluntad de oro

Hacemos este recuerdo de Inelia, porque le conocimos y fue una mujer que prácticamente no había velatorio que no asistiera. Literalmente velaba a la gran mayoría de los vecinos, gozando de plena simpatía de todos. A la hora de ayudar, pocas tenían su voluntad y disposición para colaborar en las tareas domésticas y servir a quienes, como ella, se amanecían rezando y conversando junto a los deudos.

Es de esperar que hoy, ella tenga –también- mucha compañía en su velatorio y se le despida mañana (hoy miércoles 8) con la misa y posterior traslado al campo santo.

“pichilemunews” brinda a su hermana Albina y familiares, como relaciones directas, sus condolencias y resignación ante la pérdida del ser querido.
Publicante Pichilemunews

(melisa) Al conocer la noticia del fallecimiento de Inelia (Nenella), vinieron a mi mente muchos recuerdos, no la conocí mucho pero cuando muy joven estuvo en mi casa en San Fernando para ayudar a mi mamá en sus quehaceres, debe haber sido a comienzos de los cincuenta, recomendada por mi abuela Elisa, ella la nombraba como Nenella por lo que confirmo, es la misma persona, vivía en la calle de la parroquia, la otra esquina de la casa de mi abuela, en casa de sus padres.

No duró mucho y quiso irse pronto exigiendo que le dieran su plata y su cuaderno donde mi papá le anotaba su sueldo y sus gastos y como se usaba en esos tiempos, a las niñas que trabajaban "puertas adentro" había que cuidarlas como hijas, así como la fueron a dejar a mi casa, hubo que llevarla de vuelta a la suya en Pichilemu.

Creo que no volvimos a verla y me dio mucha pena que haya fallecido.


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